Fue en septiembre del año pasado cuando la comediante Chiqui Aguayo se convirtió en mamá por primera vez, una madre aprensiva, según ella misma confesó en alguna oportunidad.
Y es que la triunfadora del Festival de Viña del Mar en 2017, ya tuvo una pérdida, lo que en parte explica el apego que tiene con su pequeña hija Amal, el cual ha intentado mantener desde el primer día.
También puedes leer
Sin embargo, en todo ese proceso hay algo que generó frustración en la expanelista del Buenos Días a Todos: la lactancia. A través de sus redes sociales, Aguayo entregó su experiencia sobre esta importante actividad, la cual no estuvo ajena a inconvenientes.
“En la semana de la lactancia me gustaría compartirles mi experiencia. Recuerdo siempre las palabras de mi ginecólogo que me decía que la lactancia se podría comparar con una relación de pareja, que hay que conocer a la otra persona para establecer una relación y ver cómo todo va fluyendo”, comenzó su relato.
“Con esa premisa me leí todo lo que encontré para estar informada, contacté a la Maca del @clubdelactancia como tres meses antes de que naciera la Amal, el primer día en mi casa, a la primera persona que recibí fue a ella, quien me entregó mucha confianza. La Amal se había acoplado medianamente bien, nada podía salir mal“, explicó.
Problemas
No obstante, Chiqui contó que a pesar de no sentir dolor y de hacer tomas constantes, no tuvo mucha leche para darle a su hija.
“Empezamos con la lactancia mixta y siento que las dos fuimos más felices. Nunca quise que fuera así, yo quería darle teta por lo menos un año, sin embargo, sólo pude darle felices cuatro meses. La verdad es que me frustré y lloré varias veces“, aseveró en su perfil de Instagram, junto a una imagen en la que aparece dándole papa a la bebé.
“Esta foto es la de la última vez que la Amal tomó teta, nunca lo voy a olvidar, no sé por qué, sabía que esa sería la última vez y la disfruté y la atesoré. Nunca más quiso tomar“, afirmó sobre la fotografía que acumula casi 22 mil ‘me gusta’.
Asimismo, agregó que “la primera lección que me dio la maternidad fue no tener expectativas y dejarte llevar por una crianza respetuosa centrada en ella y no en mí”, cerró su relato.