Julián Elfenbein suele compartir en redes sociales imágenes de sus hijos, de sus paseos en familia y de su trabajo.

Pero este lunes la que subió a Instagram era de otro tipo, relacionado con algo que lo marcó completamente: fotos de su expareja, quien murió en 1996, tras un accidente que tuvieron ambos.

Julián encontró fotografías de Soledad Arís mientras ordenaba unas cajas en medio del cambio a su nuevo hogar.

“En cuarentena… con sensación de soledad… armando un nuevo hogar… ordenando… encontrando cajas viejas me topo justo hoy con tu recuerdo. Justo hoy 23 de marzo. Justo hoy cumplirías 44 años”, escribió el animador de Pasapalabra.

Y añadió: “Te fuiste ya hace 24 años… cuando tenías sólo 20. En días duros, muy duros y tristes, nunca olvidaré tu amor incondicional. Te abrazo donde quiera que estés María Soledad Arís Alonso”.

Cabe recordar que hace meses hay rumores de que Julián y su esposa, Daniela Kirberg, se encuentran separados, pero ninguno se ha referido al tema. No obstante, sus palabras dan a entender que es así.

Accidente de 1996

Julián recordó hace un tiempo, en una entrevista a Revista Sábado, el día del accidente. “Veníamos lento, muy cerca de llegar a la casa. Llevábamos dos años con la Sole, pero era el amor de mi vida y estábamos hablando de irnos a vivir juntos a fines de año y de si nos alcanzaban las lucas. Solo recuerdo la imagen de un rayo de luz acercándose, un destello”, relató.

“Desperté y el auto estaba incrustado en una muralla. Bomberos trataban de sacarnos. Ella se veía igual, bonita, pero con los ojos cerrados. No sangraba. Le dije: ‘Sole, chanchita, tranquila'”, añadió Elfenbein.

A raíz del accidente, Soledad perdió la vida y él quedó hospitalizado cerca de un mes. “Cuando salí de la clínica, fui al cementerio todos los días durante dos años. En ese período estuve medicado, mal a niveles críticos. Logré salir adelante porque le estaba haciendo daño a mi entorno. Estaban preocupados, tenía guardias todo el día”, contó Julián.

“Me costó mucho superar la partida de la Sole. Años después conocí a Daniela y empecé a volver a la vida, pero recordando. Fui sacando fotos, mantengo una de la Sole. La Daniela no tiene ningún problema. Sentí culpa de volver a amar, de estar traicionándola. Daniela fue bien paciente. Era difícil, porque no terminaste una relación; se interrumpió. Entonces hice un trabajo para entender que la Sole vive dentro de mí y ese trabajo tuve que hacerlo con Daniela”, enfatizó.