La noche de este jueves, TVN emitió el último capítulo de Brava, que mostró cómo finalmente Claudia Conserva venció al cáncer de mama.
“¡Estoy libre de cáncer! No se imaginan la alegría… estamos libres de cáncer. Estoy muy contenta. ¡Gané!“, exclamó la animadora, luego que le informaran de los positivos resultados de la biopsia.
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Sin embargo, la felicidad contrastó con las lágrimas que derramó, luego que se fuera de vacaciones con su esposo, Juan Carlos ‘Pollo’ Valdivia.
“La idea es descansar. Hace tiempo que no hacía una maleta para salir de paseo”, decía Conserva, antes de emprender rumbo a un lugar “muy especial”, aseguró la comunicadora.
De acuerdo a lo que dijo en la serie documental, el destino de ambos era una isla que “no está tan llena, no andan autos, la gente anda a pie. La idea es estar juntos, reencontrarnos, reírnos y relajarnos un rato”.
El ‘Pollo’ Valdivia en tanto, sostuvo que “buscaba un momento para estar los dos solos y así reconocernos, reencontrarnos y conversar de lo que pasó, hacer un balance, para poder seguir”.
El llanto de Claudia Conserva
No obstante, al llegar a su destino, Claudia Conserva confesó sentirse deprimida, por lo que lloró los primeros tres días.
“Me pasa algo muy raro. Llevamos tres días de vacaciones, en este lugar precioso, y he llorado… estoy con una depresión tremenda“, afirmó.
“Ahora estoy viviendo en carne propia la distorsión psicológica, la cagada que queda en la cabeza después de una experiencia así”, agregó la conductora de Milf.
Conserva insistió en que “no paré de llorar y el ‘Pollo’ se tenía que quedar comiendo solo y me corrían las lágrimas. Él, lindo, me decía ‘no te preocupes, ándate a la pieza y recupérate'”.
En otro registro, la animadora se quebró totalmente: “Vengo llegando a la pieza y no puedo parar de llorar. Me da mucha pena que el ‘Pollo’ pase por esto. Planificó las vacaciones y yo he llorado todos los días. No puedo dejar de sentir angustia y él no se merece esto“, manifestó entre sollozos.
Finalmente, Valdivia explicó que dicho estado anímico se produjo por el agotamiento que le significó todo el proceso en su lucha contra el cáncer.
“Usó mucha energía y eso le pasó la cuenta. Son emociones contenidas, incertidumbre, rabia que tenía botarse con un llanto que es súper saludable. El cuerpo tenía que botar esa tensión y esa pena”, cerró.
