Este martes se estrenó el nuevo podcast de Maly Jorquiera, llamado Hazte ver. En este capítulo inicial, la invitada fue su amiga Pamela Leiva, quien impactó al contar detalles de un curioso ritual de psicomagia que realizó antes de hacer terapias psicológicas más convencionales.

“Yo he invertido plata en terapias. Me empecé a terapear cuando salí de la casa de mi mamá, y partí con lo que me hacía sentido en el momento, que fue la psicomagia, vinculada con el tarot terapéutico. Ahí pude descubrir que tenía muchos temas con mi mamá”, dijo la comediante.

En efecto, Pamela descubrió que, al cambiarse de casa, comenzó a buscar muebles que le gustaran a su madre, y eso le alertó que algo no andaba bien.

“Yo tenía que romper este patrón de dependencia con mi mamá”, dijo antes de confesar detalles del ritual que llevó a cabo para cumplir su objetivo.

“Me demoré más de un año en hacer esta psicomagia… Tenía que comprar una virgen y meterla dentro de una jaula. Además, tenía que darle comida y agua todos los días, te lo juro por Dios”, explicó entre risas, viendo las caras de asombro de sus compañeras.

Con una virgen de yeso: así fue la psicomagia que hizo Pamela Leiva

“La gente iba a mi casa y veía a la virgen. Y le ponía plata también”, contó Pamela Leiva, añadiendo que, después de todo eso, tenía que romper la figura de yeso a palos y martillazos.

“¿Era psicomagia o brujería, amiga?”, preguntó Maly, aguantándose una carcajada.

“La rompí, y después tenía que agarrar polvitos de la virgen, ponerlos en un vaso de leche y tomármelos. Luego, con la plata que yo le dejaba a la virgen, tuve que comprar una caja de bombones y llevársela a mi mamá de regalo para darle las gracias por todo”, confesó la reciente triunfadora del Festival de Viña.

“Ahí agarré a martillazos a mi mamá y apareció Carlos Pinto”, cerró con su característico humor, pero sorprendiendo a su colega y a la psicóloga Vanessa Méndez, que también estaba presente en la conversación.

Solo entonces entendieron por qué a la comediante le tomó tanto tiempo finalizar el ritual de psicomagia.

Después, la exchica reality pasó por terapias con flores de Bach, psiquiatras, psicólogos y medicación, pero siempre acompañada de tratamientos.

El año pasado, una neuropsicóloga le diagnosticó trastorno de déficit atencional con hiperactividad y depresión en grado medio.

“Me explicó que no todas las personas con depresión están en su cama llorando. A mí se me altera la desconcentración y la adrenalina, me empiezo a llenar de cosas porque tengo energía”, reconoció Pamela.

“Hay estados maníacos”, advirtió, entonces, la psicóloga Vanessa Méndez, quien explicó también que esto lo hacían los pacientes para no conectar con el dolor.

Por lo mismo, Leiva decidió empezar a ver a un coach que la ayuda a ordenar sus actividades y emociones, creando una organización que le permite mantenerse funcional, sin depender de pastillas.