Este sábado, Mega estrenó De Paseo, con sus distintos espacios. Uno de ellos fue A la punta del cerro, en donde Simón Oliveros se trasladó hasta la región de O’Higgins.

Allí, el periodista trabajó en el campo, en la comuna de Peralillo, y también en el mar, en la localidad de Navidad.

En su primer trabajo conoció a Daniela Valenzuela, quien junto a su pareja, creó una granja y un centro clínico veterinario.

Valenzuela comenzó retando al comunicador por llegar tarde: “¿Te explicaron que venías a trabajar?”, fue la dura advertencia que recibió el comunicador, quien comenzó ordeñando las vacas y alimentando a los gansos.

Esto último le generó un problema al integrante de Mucho Gusto, ya que como él confesó le daban “cuco” dichos animales.

Por lo mismo es que las aves se le terminaron arrancando, por lo que tuvo que correr tras ellas, para meterlas de vuelta en el corral.

Simón Oliveros A la punta del Cerro
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Me siento como Pancho Saavedra”, dijo Oliveros, quien cumplió con sus labores, aunque terminó “destruido”.

“Estoy reventadísimo, tengo aguante físico, pero estoy destruido, quiero descansar”, lanzó el exconductor de Meganoticias Amanece.

Simón Oliveros casi terminó desnudo

Luego, el periodista se trasladó hasta la localidad de Navidad, en donde conoció Benito Meléndez, un pescador artesanal, con quien aprendió dicha actividad en primera persona.

Luego de enfrentar algunas dificultades con los remos, Oliveros cumplió una destacada labor en el bote, consiguiendo una fructífera pesca… pero eso no lo salvó de protagonizar un divertido chascarro.

Todo ocurrió cuando el pescador arrojó uno de los remos al mar, pidiéndole luego al comunicador que se arrojara al agua para recuperarlo. Un poco dubitativo, él accedió y lo logró.

No obstante, al intentar subirse al bote, tuvo un serio problema con su ropa, quedando casi desnudo del torso para abajo: “¡Se me ve el poto!”, exclamó el periodista.

Simón Oliveros A la punta del cerro
Mega

Por último, confesó quedar “para la corneta” tras el extenuante trabajo.