El programa de Cecilia Bolocco, Todo por ti, emitirá un nuevo capítulo este domingo, donde Martín Cárcamo le hará un sentido homenaje a su madre, Drina Papic.

Junto a la mujer, repasarán los momentos más importantes de la vida del animador de Canal 13, entre ellos, el desafortunado accidente en que perdió la vista de un ojo.

Según explicarán, todo sucedió porque Martín era demasiado hiperactivo y practicaba mucho deporte, y un día a punto de salir de cuarto medio resultó golpeado, primero en un partido de rugby y luego en uno de fútbol.

“Llegué a la casa, me acosté, y de repente veo una mancha, como una mosca que tengo acá. Voy al espejo, me tapo el ojo derecho, y no veo nada. Ahí me empecé a preocupar”, contará Martín.

Luego, la oculista le dijo que tenía una perforación en la mácula, al centro del ojo, lo que no tiene recuperación.

“Me dijo ‘lo más probable es que no recuperes la vista’ (…) me dijeron que iba a empezar a pegarme en la cabeza, a tener dolores de cabeza porque cuando no tienes la visión de un ojo te falta profundidad y no tienes equilibrio”, revelará el animador.

Al respecto, su madre recordará su reacción: “Cuando me contó casi me dio un infarto. Muchos años estuve angustiada de que le pasara algo en el otro ojo”.

Haciendo caso a la recomendación médica, el presentador del Festival de Viña cambió radicalmente su estilo de vida, y dejó de hacer muchas actividades. Nunca más jugó fútbol y tuvo que dejar el tenis, que era una de sus grandes pasiones.

“Estuve varios meses acostado, de hecho, di la PAA (Prueba de Aptitud Académica) con un parche en el ojo. Bajé 25 kilos, perdí toda la musculatura por estar acostado”, explicará Martín.

Martín Cárcamo recordará el accidente que lo hizo perder la vista de un ojo
Canal 13

Martín Cárcamo y cómo ingresó a la televisión

Posteriormente, a la hora de tener que escoger qué estudiar, Martín quiso entrar a Teatro, pero su mamá fue brutalmente honesta con él.

“Él me decía ‘está de moda Bodenhöfer’. Y yo le decía ‘bueno, es que hay un Bodenhöfer, y a lo mejor tú no eres Bodenhöfer’”, confesará Drina, por lo que su hijo optó por Ingeniería Comercial.

Sin embargo, el bichito de la actuación siguió al futuro animador por mucho tiempo. Años después, mientras ya animaba eventos y shows para juntar dinero cuando estudiaba, se presentó a un casting para una obra musical ambientada en una boite porteña. Pese a que les ocultó el contenido de la obra a sus padres, su mamá vio el afiche en el diario, y fue a ver la función sin avisarle.

Casi lo mato. Lo veo salir bailando una cumbia. Era atroz, espantoso, no me gustó. Le dije ‘O renuncias tú o llamo yo al director’”, afirmará la madre.

Finalmente, Martín logró seguir su vocación al terminar la carrera, cuando se vio en una encrucijada que finalmente le dio inicio a su vida en la televisión.

“Postulo para animar Extra Jóvenes y quedo. Y justo yo había postulado a un máster en Inglaterra, y quedé becado”, indicará. Tras contarle a sus padres, ellos le pusieron un plazo de un fin de semana para decidir, y el lunes Martín les dijo que quería irse a Santiago para animar el programa de CHV.

“Mis papás, muy inteligentemente, y eso se los agradezco mucho, no me coartaron. Me dijeron ‘si en un año no te va bien y no te pudiste ubicar, al menos tienes una carrera’”, sostendrá Martín.

Martín Cárcamo recordará el accidente que lo hizo perder la vista de un ojo
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