Tras pasar seis meses en Estados Unidos, Camila Recabarren decidió volver a Chile y por estos días se encuentra en La Serena con su familia.

En ese contexto, la ex Miss Chile conversó con Revista Sarah, donde relató cómo fue su difícil vida en el país norteamericano.

“Aprendí que puedo desempeñarme en cualquier área. Vendí agua en las calles, vendí ceviche y las piedras que llevé desde Vicuña”, contó.

Consultada sobre cómo se las arregló en EEUU, aseguró que “no llevaba casi nada de plata, solo muchos sueños. Vendí mi auto acá antes de irme, pero fue para pagar algunas cuentas. No me fui con tanta plata”.

En ese sentido, la modelo detalló que “llevaba plata como para el primer mes, porque siempre pensé que iba a trabajar allá, y fue así”.

“Hicimos con la Isa (su hija) el viaje en bus desde Houston a Colorado, fue hermoso ese recorrido. Hacía unas arañas de alambre y las vendía en los terminales o donde paraba el bus. Viajamos a Colorado porque mi destino era ir a trabajar con mi hermano que vive allá, hace cubiertas de granizo y cuarzo para cocinas”, añadió.

Recabarren destacó que en todo momento tuvo el apoyo de su familia. “Vendía de repente cuando me faltaban las lucas, pero igual siempre mi familia ha estado preocupada por nosotras. Había días en que con mucho esfuerzo mi mamá, papá o hermano me depositaban dinero”.

Pese a la ayuda que recibió, pasó por momentos muy duros. “Tuve que robar en el supermercado para poder tener comida para mi hija, pero no me hace una peor persona. Lo tuve que hacer y fue parte del viaje. Acá en Chile no lo haría, pero allá nadie me conocía”, reveló.