El próximo lunes 1 y martes 2 de agosto, comenzarán a disputarse las semifinales de The Voice, instancia en donde ya están inscritos 17 participantes. Una de ellas es Valeria Fernández.

La intérprete de 17 años es honesta al reconocer que jamás imaginó llegar a dicha instancia del programa, aunque se mostró “honrada” por haber alcanzado un lugar entre los mejores del espacio de talentos de CHV.

“Es algo que nunca vi venir. Me siento halaga de haber llegado hasta acá”, dice sobre los shows en vivo, de los cuales destacó su “emoción, euforia y adrenalina”.

“Para la semifinal y una eventual final está casi todo listo, llevo muchos días preparándome también. Estoy ansiosa y nerviosa, pero también estoy muy feliz. Todo lo dejo en manos de Dios”, comenta Fernández a Página 7.

Además de eso, la joven venezolana, que llegó al país hace cinco años, tiene que enfrentar otra difícil tarea: compatibilizar su participación en la recta final de The Voice, con sus estudios.

Valeria Fernández: entre el colegio y The Voice

Esta semana, Valeria retornó de vacaciones al colegio Victoria Prieto, en la comuna de Santiago, donde actualmente cursa el cuarto año medio.

“Es importante el apoyo del colegio, porque ellos me entienden y están súper orgullosos de mí, muy felices. Hoy (miércoles) volví y muchos de mis profesores estaban súper emocionados. Es muy bonito escuchar eso de ellos, porque me han apoyado mucho”, sostiene la exfinalista de Rojo.

Respecto a cómo lo hace cuando, por ejemplo, tiene evaluaciones, Valeria relata que “digo ‘este día no voy a poder venir’ o si hay una prueba le digo ‘profe, ¿puedo rendirla otro día?’. Me han ayudado mucho, han sido muy empáticos”, dice agradecida.

Valeria Fernández
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Respecto a cómo fue el recibimiento de sus compañeros, Valeria cuenta que “cuando llegué me aplaudieron. Fue muy bonito sentir el apoyo de ellos. Creo que tampoco se imaginaron que fuera a llegar tan lejos. Es lindo saber que cuento con el apoyo de ellos también”, manifiesta.

“Al estar en el programa, llega un momento en que uno tiene que relajarse, estar con sus amigos, con su familia y ellos esperándome con los brazos abiertos”, sentencia.