El pasado sábado, se emitió un nuevo capítulo de La Divina Comida, que tuvo como invitados a Jordi Castell, Pamela Lagos, Evelyn Matthei y José Andrés Murillo.
Fue el director ejecutivo de Fundación para la Confianza, el encargado de cocinar durante la tercera noche. Sin embargo, le pidió a una de sus amigas, Carmen, que le prestara su casa para atender a los demás comensales.
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Lo primero que llamó la atención fue la amplia cocina, en la cual había todo tipo de condimentos y utensilios para preparar diferentes platillos.
Luego, mostraron el patio, donde ya había una mesa puesta con sus cuatro puestos para atender a los invitados. Sin embargo, el filósofo contó que realmente vive en Frutillar, y comentó que su casa es “como un tren”.
Presentó brevemente el lugar donde vive realmente, una construcción que queda cerca del Lago Llanquihue.
Llamó la atención su estructura moderna y alargada, con muchas ventanas. Cuando entró, su perro fue a saludarlo inmediatamente.
Finalmente, Murillo mostró la maravillosa vista que tiene desde su pieza, desde la cual se pueden ver una amplia variedad de árboles.
