La actriz Ignacia Baeza habló de su romance con la escritora chilena Florencia Eluchans, con quien lleva tres años de relación.

En entrevista con la Revista Ya de El Mercurio, la intérprete de Sofía Mondaca en La Ley de Baltazar reflexionó sobre el amor en pareja.

“Ya no creo en los complementos. Mientras más afinidades se tengan, tanto mejor, y hoy tengo mucha con ella. Para mí, también es muy importante admirar a la pareja. La admiro mucho como novelista”, aseguró sobre la autora de Esa vida que imaginamos.

En este contexto, Baeza aseguró que su pareja tiene un futuro enorme por delante. “Yo la admiro, ella me admira y, más encima, podemos trabajar juntas”, añadió.

Lo anterior, considerando que Eluchans escribe historias, y ella como actriz las puede representar. “Eso lo veo como un regalo”, valoró.

Tenemos muchas afinidades en lo profesional, y eso es muy entretenido, porque se traduce en conversaciones, en proyectos y en sueños juntas“, añadió Baeza, reconociendo que el humor ha sido otro complemento clave entre ellas.

De igual forma, no descartó la idea de casarse con la escritora. “Hoy día, no; mañana, puede ser”, planteó al respecto. “Ella tiene sus hijos, ambas tenemos nuestras casas. Creo que las relaciones pueden funcionar muy bien así, con aire entremedio“, apuntó.

 

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“Creo que es muy humano tratar de buscar quién soy o de encajarme en algún lugar, pero he ido entendiendo que uno no pertenece a un lugar. Yo hoy amo a una mujer. Punto. Me parece que no resiste más análisis, o yo, por lo menos, no necesito encajarme en nada. No lo estoy buscando. Estoy buscando ser feliz”, sostuvo.

Ignacia Baeza reflexionó sobre su orientación sexual

Por otra parte, la actriz reflexionó sobre la discriminación que todavía sufren muchas personas debido a su identidad de género u orientación sexual.

“Hay muchos que callan, y que lo hacen porque no pueden hablar. Creo que tengo la suerte, y me siento agradecida, de poder hablarlo sin miedo“, expresó.

Con respecto a lo anterior, reconoció que si bien fue un proceso difícil, también fue muy bonito. “Es mirarse desde afuera y pensar: ‘¿Quién soy? ¿Qué quiero?’“, planteó.

“Me lo tomé con todo el tiempo y la madurez que requiere un proceso tan complejo o intenso como ese. Fue, más que nada, un proceso conmigo. Lo viví como una sorpresa, pero lo intenté integrar y abrazar“, fueron parte de sus declaraciones.