Este miércoles en Aquí somos todos conversaron sobre el acoso laboral, que afecta a tantos trabajadores. En el espacio mostraron varios casos con el objetivo de orientar a las víctimas en materia legal.

En ese contexto, Clarisa Muñoz, periodista del espacio de Canal 13, reveló un complejo momento que vivió: perdió un hijo en medio de un episodio de acoso.

La comunicadora hizo alusión a lo que sufrió en 2018 con Pablo Alvarado, productor ejecutivo de Mucho Gusto en ese tiempo, mientras era notera del matinal de Mega.

“Miraba a mi jefe, yo le tenía terror. Lo veía de lejos y lo transparenté con mis compañeros, que si lo miraba me iba a bajar la mirada, y efectivamente era así para no tener que saludarme”, dijo.

“En mi caso fue terrible, porque en algún momento quedé embarazada, ya estaba viviendo acoso laboral, y ahí me dicen ese mismo día que salía del aire y yo les dije que igual podía trabajar, con mi hijo mayor trabajé hasta el final del embarazo, y me decían que no, quera era por cuidarme a mí y que me quedara en la oficina”, agregó.

La periodista recordó que contrataron a su reemplazo al día siguiente y le contaron a todos que estaba embarazada. “Era algo que no quería compartir todavía porque no tenía tres meses, y efectivamente era una guaguita que venía con problemas. Yo perdí esa guaguita”, reveló.

“Cuando volví me tuvieron que poner al aire, porque ya no estaba embarazada y no había excusa para tenerme fuera. Me presentan y me dicen que bueno que había vuelto, que estaba muy bonita y más embarazada que nunca”, relató.

Sobre aquel momento, recordó que “quedé como chuta, qué ganas de decir al aire que no estoy bien, no estoy bonita y no estoy embarazada. ‘Perdí mi guagua, te podrían haber avisado, le avisé a mi jefe para que te avisaran y nadie te avisó'”.

Luego, se volvió a referir a Alvarado. “Era como un gran Dios ahí y todos le tenían reverencia. Me dice ‘bueno, tal vez debimos haber dicho, pero como no me dijiste yo no sabía qué hacer y por eso no dije nada’. Le tenía tanto miedo que temblaba dándole explicaciones (….) y ahí fue que me di cuenta de que esto estaba mal, porque no le podía tener ese terror”.

“Finalmente salí de ahí y ha sido un proceso de ir sanando y de ir reconstruyéndote la autoestima. Al final te das cuenta de que no eres tan penca como te hicieron sentir”, concluyó muy emocionada.