La noche del viernes se vivió un nuevo capítulo de El Retador, donde la doble de Ana Gabriel derrotó a la campeona de imitación, pero se mantuvieron los ganadores de canto y baile. Y en esta última disciplina, uno de los competidores fue Pablo Vargas.

El recordado exchico Rojo conversó con Página 7 sobre su breve participación, asegurando que, pese a todo, estaba muy agradecido de que Mega lo hubiera llamado para el programa.

“Ante todo, si me preguntan a mí, nunca me ha gustado competir con mi baile. En Rojo fue que busqué una pega y me encontré en un concurso, pero la verdad a mí me gusta bailar. Creo que el arte, y sobre todo el folklor, no es para competir”, explicó Vargas.

Cuando recibió la oferta, dijo, aceptó inmediatamente “porque quería honrar a mi padre, que en paz descanse”. 

“Yo pedí solo un capítulo para homenajear a mi padre, porque quería que, cuando la gente buscara mi nombre en Google, apareciera este show”, añadió, refiriéndose a la destreza de huaso que mostró en el escenario.

En esa misma línea, quería también destacar a quienes le dieron la vida artística: el Ballet Folklórico de Chile (Bafochi). “Con eso me quedé contento”, destacó, pues se presentó con varios artistas de esa agrupación.

Por otro lado, dijo que no volvería a participar de manera extendida en un programa de baile, pues muchas veces eso implica exponer otras cosas de la vida personal, no solo relacionadas con la danza, y no está dispuesto a ello.

Pablo Vargas en El Retador Mega
Mega

Pablo Vargas en El Retador

“Igual me quedé con ganas de mostrar mis otros trabajos, pero quería partir con folklor porque nadie más lo muestra. Me quedo con eso”, destacó Pablo Vargas.

Según contó a Página 7, tenía preparados 3 musicales. “Si me hubieran dicho con lo que me enfrentaba, a lo mejor habría presentado otra cosa, pero no lo sabía. Pregunté y nunca me dijeron, pero son las reglas del juego”, lamentó de todas formas.

Por lo demás, reclamó que “nunca me pusieron un micrófono para opinar después de lo que me dijo el jurado. Yo creo que Diana sabía lo que podía pasar, pero bueno… si opinan de algo que no saben, me da lo mismo. Yo lo disfruté”.

“No soy un bailarín común porque además soy periodista. Entonces soy muy social, en el sentido de que me importa mi pipul, como dice Pamela Díaz. Defiendo a mi gente y por eso me tratan de conflictivo, y creo que eso me pasó la cuenta“, explicó entre risas.

Y de hecho, a los otros retadores de baile les pusieron el micrófono para los comentarios, pero a Pablo, no.

La crítica del jurado y el descargo del bailarín

“La única crítica que tengo es que yo presenté una destreza de huaso y no una cueca. Un jurado me da rabia porque, si no sabe, que se informe. La cueca es el baile nacional y él dijo que me faltó el coqueterío del huaso con la huasa, pero no había huasa”, reclamó Vargas, refiriéndose a una crítica que no apareció al aire.

“También dijo que mi coreografía era fome. Pero Myriam me dijo que había sido maravilloso. Igual no me dieron ningún voto”, reflexionó el bailarín.

Por último, indicó que el peor comentario fue el de Marcelo Polino, quien le dijo que estaba fuera de forma. “Y por supuesto, si estoy trabajando en un escritorio desde hace tiempo, y lo tomé como eso”, concluyó.