Sigrid Alegría conversó a fondo sobre su vida con Martín Cárcamo, en un nuevo episodio del programa De tú a tú.

La intérprete desclasificó momentos nunca antes revelados, y lo hizo en la casa de su padre, en la comuna de La Reina, en donde ella pasa todos los fines de semana.

La protagonista de teleseries como Ámbar, Dónde está Elisa y Aquelarre, entre otras, también relató el infierno que vivió por el consumo de cocaína y el accidente que sufrió en el año 2007, cuando chocó con el muro de un antejardín de una casa particular.

Frente a este tema, desclasificó: “Yo llevaba, cuando choqué, un año de rehabilitada. Yo ya había hecho un año de terapia de rehabilitación en cocaína, me estaban dando de alta”.

Frente a la pregunta de Martín Cárcamo, desde cuándo consumía cocaína, confesó, “desde que empecé a exigirme ser lo más flaca posible para seguir con la pega”.

“Me mantenía flaca con energía… y me servía, me funcionaba; pero llegó un minuto en que yo necesitaba salir. Esta euforia constante era agotadora, necesitaba encontrarme con la ternura. Ya tenía un hijo que era un poco más grande”, detalló Sigrid Alegría.

La actriz confidenció que muy poca gente sabía esto, “porque no consumía para carretear, no era social, lo consumía para no engordar”.

En relación con este tema, hizo una cruda descripción del ambiente en televisión y de la fama: “Me sirvió mucho para enfrentar todas las guerrillas dentro de la fama, de la tele y de la competencia… de la belleza, la competencia con mis compañeras, con las otras actrices, con los hombres… que las actrices éramos todas regaladas… y empezaban a manipularte con tus contratos y que las actrices te escondían la ropa”.

Sigrid Alegría habló de su consumo de cocaína
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Es así como conversó sobre lo difícil que fue entrar inmediatamente de protagonista, y cómo el consumo de cocaína le permitió no comer y tener más energía; además, la sustancia le hacía sentirse insensible, y así no le importaba no tener amigas dentro del camarín.

Su consumo fue diario y duró seis años. Confesó que comenzó a enfermar y le provocó el efecto contrario; empezó a engordar y al final le agregó alcohol, lo que empeoró la situación.

Sigrid Alegría entró a una terapia grupal y se encontró con que había otras personas que también trabajaban en televisión.

“Éramos varios los que queríamos salir de ahí y teníamos esta presión. En esa época la tele tenía un valor muy grande y era una mina de oro, la diferencia entre estar y no estar era gigante”, recordó.

Aclaró que esto ocurrió en la época en que estaba armando su carrera, entonces si tenía 14 horas seguidas de trabajo, lo hacía.

“Tenías que ser hermosa, simpática, inteligente, trabajadora, correcta, porque si socialmente no eres correcta, no sirves, porque tenías que ser ejemplar… era muy exigente y no me lo quería perder”, confesó.

La actriz estuvo un año en terapia y cuando le preguntaron si estaba feliz, respondió que no: “Estoy súper aburrida, son todos los días iguales, estoy enormemente gorda, no tengo amigos ni amigas de mi generación… no encuentro ningún premio a esta cuestión”.

El día del accidente

Cuando ya casi había terminado el tratamiento, tuvo una recaída, por lo que recurrió a su terapeuta, que le dio una pastilla para ayudarla en el proceso.

Sin embargo, la actriz sintió que no le hacía efecto y compró una botella de pisco sour, sin saber que esa mezcla provocaba “demencia momentánea”.

Ese fue el día que tuvo el choque contra el muro de un antejardín, en una calle de Providencia, en el año 2007. Ella no recuerda el momento del accidente y solo tiene algunas escenas de los días posteriores.

Nunca había contado su adicción y frente a la pregunta de Martín de por qué lo hizo ahora, respondió: “Porque me atrevo, porque han cambiado los tiempos, han pasado muchas cosas en Chile que a uno le permiten ser honesta, porque creo que puede ayudar… “.

“Se puede salir de las cosas, tienes que tener una buena razón. Mi primera razón fue el Alonso”, señaló.

Además, agregó que existió la posibilidad de haber quedado con algún daño neurológico y eso le dio mucho susto.

Después de esta experiencia extrema, comenzó un nuevo tratamiento y logró recuperarse de la adicción, comprendió que la vida no siempre tiene que ser tan “adrenalínica” y hace 15 años que no consume nada de drogas y no bebe alcohol.