En redes sociales comenzó a promocionarse la segunda temporada de La Jauría, serie chilena que estará disponible en la plataforma de streaming Amazon Prime Video, pero cuya fecha de estreno no se ha revelado.

Fue en 2020 cuando la producción impactó con su historia, basada en un caso de investigación policial, que buscaba capturar a los miembros del grupo de una aplicación móvil llamado ‘La Jauría’, seudónimo que usaban para cometer agresiones sexuales contra estudiantes adolescentes.

Durante la primera temporada, la líder del movimiento feminista de un colegio en Chile desaparece, y las investigaciones revelan una trama que involucra macabros desafíos clandestinos en redes sociales, hasta un grupo de violadores que andan sueltos y organizados por las calles.

Ad portas de un nuevo estreno, y considerando la ola de manifestaciones que hubo en marzo por la violencia machista en los colegios, en Página 7 conversamos con algunos miembros del elenco para que adelantaran lo que se viene, y analizaran también la propuesta de esta ficción.

La violencia está cerca

“Lo que está pasando en los colegios es tremendo”, dijo Mariana di Girolamo, añadiendo que “muchas veces es una violencia silenciosa de la que los padres ni se enteran. Lo mismo pasa en las redes sociales, yo que soy adulta igual lo he padecido”.

Esa violencia silenciosa, cobarde, sin cara y sin nombre, creo que hay que denunciarla, y me parece importante que se hable de esto y se genere consciencia en los colegios, que es donde nos formamos y desarrollamos”, reflexionó la actriz, recordada por su papel como María Elsa en la teleserie Perdona Nuestros Pecados.

En esa línea, destacó que La Jauría toca varios temas como ese: “la identidad, la violencia de género, feminismo y cúpulas de poder. Tienen que verla”, concluyó.

Paula Luchsinger, quien hoy da vida a Jeimy en la nocturna Amar Profundo, tuvo el papel de heroína en la primera temporada de la serie. No descansó hasta dar con las pistas que la llevaron a encontrar a su hermana desaparecida.

“Creo que La Jauría es súper contingente, lo que también es muy doloroso. Lo que vivieron y están viviendo las alumnas (de Providencia, denunciando violentos chats de estudiantes del Liceo Lastarria)… espero que haya justicia para ellas”, indicó la actriz.

“Está ese caso y el de una mujer que violaron entre 6 hombres en Argentina, entonces creo que la violencia está demasiado cerca de nosotros. No podemos bajar los brazos y yo estoy muy orgullosa de participar en una serie que visibiliza eso“, añadió.

Paula Luchsinger La Jauría
La Jauría | Amazon Prime Video

Geraldine Neary, conocida por su pseudónimo Dindi Jane, tuvo un papel secundario en la primera temporada, como una de las alumnas que se tomaban el colegio para protestar.

Ella también formará parte del próximo ciclo, y aseguró que “la segunda temporada se viene increíble, intensa. Ahí están algunas de las mejores escenas que he grabado. Hay suspenso, terror, hay gore. Es de temer“, dijo.

La Jauría igual es una historia basada en un caso real, y se vuelve a repetir. Lo encuentro trágico y grave. Lo bueno, si es que hay un lado bueno en esto, es que como sociedad vayamos aprendiendo cómo manejarlo. Hay que hablar, denunciar, porque no es un tema menor“, apuntó respecto a los casos de violencia machista que han aparecido en la prensa.

Según ella, “poner consecuencia en los niños es difícil, porque son menores de edad, pero hay un diálogo que hacer con los más jóvenes y preguntarnos qué pasa con la educación sexual, y la educación en todos los sentidos”.

Por último, en Página 7 conversamos con Clemente Rodríguez, que hoy en día participa como Iván en la teleserie vespertina de Mega, Pobre Novio.

“Mientras grabábamos La Jauría, temporada uno, también salieron casos similares, como lo que pasa ahora con los alumnos del Liceo Lastarria. En general, lo único que muestra eso, es que la realidad supera a la ficción, lo que es conmovedor“, aseguró.

En esa línea, indicó que para él “es un honor mostrar una parte de esa realidad con nuestro trabajo. Creo que La Jauría sirve mucho al espectador, porque es una especie de espejo que apela a las emociones“.

“A veces unos se pueden sentir identificados y ojalá se den cuenta de ciertas conductas, quizás machistas, pero no solo los hombres, sino todo el público”, concluyó.