Jociney Barbosa junto a su fallecido hermano Jefferson fueron parte del éxito que tuvo Axé Bahía en nuestro país, desde principios de los 2000.

Sin embargo, la relación de ambos con el resto de los integrantes se quebró en 2014, dos años antes de la muerte de Jefferson. “Desde ahí que ya no éramos parte del grupo, no porque lo quisiéramos”, dijo Jociney a Página 7.

“Tuvimos que empezar de cero… después cuando comenzamos con nuestras presentaciones mi hermano y yo, ellos dijeron que no trabajarían con nosotros porque éramos irresponsables. Se hablaron muchas cosas…”, agregó.

Tras la separación y la sensible muerte de Jefferson en 2016, el brasileño decidió dar un drástico giro a su vida: se fue a Boston, Massachusetts, ciudad estadounidense donde está radicado desde marzo de 2020.

“Vine por una invitación de un primo que está en El Bronx y que es profesor de capoeira. También era una buena oportunidad para conocer el lugar”, comentó.

“Llegué y a las dos semanas comenzó esto de la pandemia. Mis amigos en Chile estaban todos desempleados, una locura, entonces no podía regresar”, añadió.

Clases en un centro cultural

Cada vez empezó a tener más contactos hasta que llegó al Centro Cultural Verónica Robles, espacio que se encarga de rescatar la cultura latinoamericana en Estados Unidos.

“De hecho, todos los lunes un grupo de chilenos enseña cueca a la gente. Está México con los bailes aztecas, Cuba con la salsa, también la cultura de Colombia, Perú”, contó.

En el lugar, Jociney imparte clases a niños y adultos de capoeira, un arte marcial afro-brasileño que combina facetas de danza, música, acrobacias y expresión corporal.

“Me metí como instructor de capoeira en el centro cultural, que ya tiene varios años. Quizás a futuro sale algo de baile”, indicó.

 

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El bailarín reconoció estar feliz, ya que en el recinto no había brasileños. “Como representante de mi país también me ha tocado organizar las fiestas culturales, ha sido todo muy bonito”, sostuvo.

Por último, relató que ese intercambio de distintas culturas también ha tenido algunas consecuencias.

“Me junto con los chilenos y hablo como ellos, después con los mexicanos y me pasa lo mismo. Con los colombianos y ocurre una situación similar. Mi español está muy mezclado“, concluyó entre risas.