En septiembre pasado, estalló una bomba en el corazón de la Constituyente, pues uno de sus miembros más emblemáticos había mentido respecto a un tema delicado. La gente que protestaba en Plaza Dignidad lo convirtió en un referente por un cáncer que nunca tuvo.

Hablamos de Rodrigo Rojas Vade, quien esta semana confirmó su salida de la Convención al ser aceptada su renuncia por el Tricel. Ahora, conversó sobre eso y más con la periodista Mónica González para el programa Pauta Libre.

Respecto al tema médico, el hombre de 38 años dijo que fue en 2013 que comenzó a enfermarse constantemente del estómago, con síntomas gastrointestinales muy desagradables. En medio de esos cuadros fue diagnosticado con sífilis.

Si bien aseguró no saber dónde la contrajo, sí tenía claro que fue por engañar a su pareja con otras personas. Prefirió no decir nada.

“Enfrentar esos diagnósticos hace 10 años era diferente. Sentí temor, vergüenza y odio hacia mí mismo, que lo vengo acarreando desde niño”, reconoció en la entrevista.

Después de la sífilis, hubo un compromiso hematológico. Fueron respuestas autoinmunes, y decidió decirles a todos que era leucemia.

Nunca tuve VIH, hasta el día de hoy es negativo. Enfermedad autoinflamatoria y autoinmune. Más allá de qué lo gatille, no es un virus ni bacteria”, explicó a Mónica González.

Entrevista Rojas Vade
Captura | La Red

Abuso en la infancia

En medio de la conversación, la periodista le preguntó cómo llegó a protestar a Plaza Dignidad en medio del estallido social. “Para descargar la rabia”, fue la respuesta de Rojas Vade.

“Desde muy pequeño arrastro esa rabia. Fui abusado a los 10 años en el barrio donde vivía”, reconoció.

“El contexto es de niño. Cuando uno tendría que estar jugando a las bolitas o los soldaditos, alguien cruza esa línea y va más allá”, añadió, detallando que los hechos ocurrieron en una villa de Puente Alto.

“No me gustaría decirlo (la identidad del abusador). No es por protegerlo, sino por evitar revivir heridas muy profundas para mí y proteger a mi familia. No es un familiar directo. Es un hombre un poco mayor que yo y lo hizo varias veces“, reveló.

En esa instancia, el ex constituyente aseguró haberse sentido atemorizado. “No hubo un forcejeo, pero sí me di cuenta años después de que sí fue una situación de abuso”, dijo.

La culpa y vergüenza

Rodrigo Rojas Vade normalizó lo que vivió en su infancia hasta hace pocos meses.

“Nunca se lo conté a mi familia, pero ahora es algo que hemos conversado. En ese momento cuando sucedió, mi familia era muy cercana a la iglesia, muy católicos, y antes de cualqjuier cosa me sentí culpable, pecador, me odié por permitir que eso hubiera pasado“, indicó.

“En ese entonces solo sentí ganas de suicidarme”, reconoció también, ante lo que Mónica le preguntó por qué no lo hizo.

“Porque siempre tuve el amor de mis papás de mi lado, aunque no supieran lo que estaba pasando… Quería hacerme cargo yo solo de mis problemas”, respondió.

“La situación me generó rabia contra mí mismo. Sentirme sucio, porque hasta hace poco yo enmarcaba el abuso como otra cosa, con forcejeos y violencia, pero aquí no hubo violencia”, concluyó.