El cantante Luis Jara; la actriz y ex Morandé con compañía, Sandra Donoso; el Gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego; y la bailarina y entrenadora Mariela Román, serán los rostros que animarán este sábado La Divina Comida.

Los famosos dieron a conocer su lado más humano, revelando algunos antecedentes poco conocidos de sus vidas y que los han afectado, según un adelanto al que tuvo acceso Página 7.

En este contexto, el actual jurado del programa Talento Rojo de TVN, recordó cuando su padre enfermó gravemente, donde decidió ingresarlo a una clínica.

Debido a ello quedó endeudado completamente, por lo que tuvo que vender la casa de sus padres y su auto, quedando con una deuda de más de 28 millones de pesos.

“Mi padre falleció el año 1992. Yo lo llevé a la clínica, no lo llevé al hospital y, evidentemente, eso me dejó en la ruina”, aseguró.

Además de vender la casa y su auto, “me echaron del sello (…). Pedí un crédito en una financiera, quebradísimo, quebrado, quebrado; estaba muy angustiado, estaba recién casado y no tenía ninguna compañía gráfica, me llamaban todos los días del banco, yo lloraba hueón (sic)”.

Cómo le cambió la vida a Luis Jara ¿Cuánto vale el show?

Su vida cambió cuando lo llamaron para animar ¿Cuánto vale el show?, en Chilevisión.

“De repente, Leo Caprile se va a Mega y ¿Cuánto vale el show? se queda sin animador, entonces el Pollo Valdivia, que era como asesor del gerente, le dice: ‘oye hueón, sabes que vengo de la gira de la Teletón y Lucho Jara es muy gracioso, hueón, sabes que nos cagamos de la risa con él’. Entonces me llaman de Chilevisión y me citaron a un casting”, recordó el cantante.

El exconductor de Mucho Gusto aseguró que él “sudaba y me llama a la oficina y me dice: ‘Lucho hueón, tienes que hacerlo’. Le dije que no, y me dijo: ‘anda a ver la final a ver cómo lo hace el Leo, a ver si te entusiasmas'”.

“Yo me acosté deprimido y de repente la Silvana (su esposa), se acuesta al lado mío y me dice: ‘Yo me casé con un campeón y quiero que ese campeón se levante’. Vamos, me dijo, te acompaño. Fui a reunión al otro día y le dije: bueno, hagámoslo. Y con ese sueldo salvé mi vida”, recordó sobre esa decisión que le permitió salir adelante.