Durante este viernes en Mucho Gusto, Américo realizó un contacto en directo con el matinal de Mega, luego que denunciara en redes sociales los crudos mensajes que recibe su hija Dominga.

En ese contexto, José Antonio Neme detalló que en su infancia fue víctima de las burlas de sus compañeros de colegio.

“Es importante la conceptualización de esto, porque cuando uno sufre bullying, al menos en la época nuestra, se tenía la idea de que la persona que te agredía por gordo, maricón, feo, alto, bajo, blanco, negro, lo que sea, interpretaba al resto de la sociedad”, dijo.

Siguiendo con su relato, el animador indicó que “a mí me daba terror que mi mamá se enterara, yo salía del colegio y le decía ‘espérame a tres cuadras’, y ella se preguntaba por qué”.

“Era mentira, yo salía y la esperaba a varios metros de ahí para que no entrara al establecimiento, porque si lo hacía y algún niño me gritaba maraco, maricón o qué sé yo, ¿cómo le explicaba a mi mamá eso?”, recordó.

Además, agregó que “yo te digo, con mi historia personal, que el mayor dolor que uno recuerda es ¿qué van a pensar mis papás’”.

“Porque uno decía, puedo soportar que me digan fleto, florcita, mariposón y todas esas cosas, me las bancaba, lo pensaba en ese momento a los 12 años, pero que mi mamá se enterara y que mi hiciera una pregunta de por qué me dicen así, esa instancia para mí era traumática”.

“Hacía todo lo posible por maquillar la situación”

Asimismo, José Antonio Neme complementó que “yo hacía todo lo posible por maquillar la situación, entonces no le contaba que teníamos presentaciones escolares, porque obviamente ahí iba a estar expuesto en un escenario, y siempre trataba de tener el papel del árbol o algún tipo de cosa que no se viera, que no estuviera en primera línea”.

Y si había algo que podía hacer, era alejar a mis papás del colegio”, puntualizó.

Finalmente, José Antonio Neme reflexionó que “las cosas han cambiado, tu hija Américo con toda la angustia que significa, y probablemente porque han trabajado un vínculo de confianza con ella, se abrió dentro de todo el dolor de lo que significa ser objeto de ataque, porque no es fácil decirle a tu papá que te molestan”.

“Hoy hay más consenso, hemos avanzado, hay que mirar el vaso medio lleno, porque en nuestra época te decían ‘oye si te están molestando, pégale un combo’, era la manera de resolver los conflictos”, cerró.