La noche de este viernes se vivió un especial y emotivo episodio en El Discípulo del Chef, en la que los participantes tuvieron que preparar un plato familiar.

Al comenzar la competencia, se les solicitó que, en la cocina clasificatoria para la final, se conectaran con sus afectos, su propia biografía y que se trasladaran a momentos únicos.

En este contexto, Daniela Aránguiz decidió preparar una merluza con salsa de peras, puré de coliflor morado y endivias a la mantequilla, inspirada en su familia.

“Está inspirado en la unión de mi núcleo familiar, de la familia que yo creé, que siempre tuve el sueño de tener desde niña y que hoy la tengo”, dijo.

“Fui una niña súper abandonada”

Frente a las cámaras, la exchica Mekano ahondó en su pasado, en la relación con su padre y cómo esto se asocia con el vínculo que generó con uno de los chefs del espacio televisivo.

“Hay una parte de mi vida que… a mí me cuesta mucho tener lazos sentimentales con alguien y creo que este programa lo ha demostrado, yo con Ennio tengo una conexión súper especial”, reveló.

Fui una niña súper abandonada por mi papá, desde siempre, desde chica. Él me decía: ‘Te voy a buscar’ y en ese tiempo no habían teléfonos y yo lo esperaba en la cuneta de mi casa todo el día, hasta que se oscurecía, y nunca llegaba”, sostuvo.

La influencer detalló que siempre se formó una imagen paterna de alguien “especial e inteligente”. “Con Ennio pasó que me sentí apoyada, sentí que me estaba enseñando por cariño, no como un profesor y que él veía algo en mí que podía florecer. Tengo una gratitud muy grande por él”, concluyó.