Kathy Contreras fue una de las últimas incorporaciones en Aquí se Baila y ha tenido altos y bajos en sus presentaciones. Por lo mismo es que ella define de una particular forma su estadía en el programa.

Ha sido una montaña rusa de emociones. Caché que me boicoteaba mucho a mí misma, después empecé a cachar que tenía expectativas muy altas, pero las aterrizo. Tengo que centrarme en mis posibilidades en este minuto”, declara ella a Página 7.

La exintegrante de Calle 7 admite que el proceso “ha sido complejo”, por lo que recurrentemente ha trabajado en bajar sus propias expectativas, algo que, al parecer, aún no da resultados sobre el escenario.

“Ahí es donde estoy teniendo problemas, porque en los ensayos sale bien, pero en el programa no trasciendo”, explica, añadiendo que esto puede deberse a los nervios.

“Quizá se trata de unificar la mente y el cuerpo y eso no sucede”, afirmó, aunque sí tiene certeza que no debe centrarse en las cualidades del resto de los competidores: “Ahí me voy directo a la horca”, reconoce.

¿Se proyecta en la final?

A pesar de todos estos problemas, Kathy reconoce que no sería descabellado verla en una eventual final del programa. Al menos ya hay antecedentes que juegan a su favor.

“Me estoy dejando llevar, pero todo puede pasar, porque he estado en varias competencias, no de baile, y en varias he sido tildada como ‘la más débil’ y he llegado a finales. No sé cómo, pero he llegado a finales”, avisa.

Asimismo, hace una reflexión respecto a las debilidades. “Ser débil no es símbolo de ser lo peor. A veces es fortaleza exponer mi vulnerabilidad”, aseguró, cerrando con un ejemplo del partido de su hija Selva.

“Cuando tuve a mi hija, en el parto me sentí igual, porque no logré el parto como yo quería, que era sin anestesia. No lo logré. Y eso no es debilidad, es decir ‘esto es lo que puedo ahora'”, sentencia.