En un éxito de taquilla se ha convertido la nueva película de Disney Encanto, que en diciembre pasado llegó a la plataforma de streaming.

La cinta animada que está basada en la cultura colombiana, presenta a la familia Madrigal, cuyos miembros están dotados de habilidades sobrehumanas que utilizan para ayudar a los aldeanos de su comunidad.

Esos dones no son innatos, ya que se entregan mediante una vela mágica a la que llaman “nuestro milagro”.

Al igual que otras cintas de Disney, Encanto interpreta algunos acontecimientos de la historia, esta vez de a mediados del siglo XIX.

Es el caso del denominado desplazamiento forzado, el cual queda reflejado en las primeras escenas de la cinta, cuando se muestra a la familia Madrigal escapando de su pueblo por culpa del conflicto armado de la época.

Durante esa secuencia -sin duda la más triste de la película- se muestra a Pedro Madrigal perdiendo la vida a manos de los soldados, para salvar a su esposa Alma y sus trillizos.

Disney
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En la vida real, hace más de 60 años, millones de colombianos han sido desplazados forzosamente por conflictos internos entre guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y las fuerzas armadas del país.

“Queríamos ser muy respetuosos, pues el desplazamiento, la migración forzada, también es algo que muchas familias de diversas partes del mundo han sufrido“, explicó la co-directora y co-guionista de la película, Charise Castro Smith, al diario electrónico El País.

Asimismo, detalló que su propósito fue tratar el tema con compasión y empatía, “y representar un momento de sanación del trauma intergeneracional“.

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Cabe señalar que Colombia es el país con más desplazamientos internos en el mundo. Durante el período de 1985 a 2020, más 8,3 millones de personas tuvieron que abandonar su hogar a causa de diferentes conflictos, según recoge un informe de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) de junio de 2021.

“La causa principal de los desplazamientos, son las amenazas directas contra la población civil por parte de grupos armados no estatales, seguido de los enfrentamientos entre esas bandas”, detalla el análisis.

De igual forma, la organización calcula que las poblaciones negras (40%) y los indígenas (11%) son las principales víctimas de este fenómeno.