Por estos días, Mega emite con buena sintonía la teleserie brasileña Dulce Ambición, que va en la franja de la tarde, después de Verdades Ocultas.

La protagonista es la pastelera María de la Paz Ramírez (Juliana Paes), quien recibe una puñalada por la espalda de parte de su propia hija, quien concreta un plan para quitarle todo a su madre y así darse la vida de lujos que siempre quiso.

Pero Josiane (Ágatha Moreira) no es la única villana de la historia. Además de ella resalta la fría y ambiciosa Fabiana, mujer criada en un convento, pero que de santa no tiene nada.

Su papel está a cargo de la actriz Nathalia Dill, quien ha pasado por encima de todo obstáculo para obtener lo que quiere: dinero y estatus como empresaria. Tanto así que incluso llegó a enemistarse con Jos, pues le compró la fábrica de pasteles a menor precio debido a sus chantajes.

Pero estas dos intérpretes no siempre fueron así de malas. Sin ir más lejos, protagonizaron otra apuesta brasileña emitida por Mega el año 2020, durante la pandemia.

Orgullo y pasión iba inicialmente en la tarde, pero luego pasó al horario de trasnoche. Se trataba de una adaptación del clásico libro de Jane Austen, Orgullo y prejuicio.

Nathalia Dill y Ágatha Moreira
Capturas | Instagram

Enemigas o mejores amigas

En dicha teleserie, Nathalia Dill daba vida a Elisabeta, una mujer de pensamiento demasiado moderno para su época, que quería comerse el mundo y probar experiencias nuevas, sin darle mayor importancia al amor de pareja o el matrimonio.

Su mejor amiga Ema, al contrario, era una dama de alta sociedad, ansiosa por encontrar a su príncipe azul para formar una familia tradicional. Dicho papel estaba a cargo de Ágatha Moreira.

Pese a sus diferencias, estas dos mujeres se mantuvieron unidas en sus aventuras y desventuras, tanto así, que llegaron al final de la historia embarazándose al mismo tiempo, cada una de su respectivo marido.

Ahora, en Dulce Ambición, las actrices dejaron atrás la bondad e inocencia de sus personajes de época, para dar paso a una maldad sin límites.

Eso sí, ninguna de las dos sospecha todavía que en realidad son primas, pues Fabiana fue secuestrada cuando era niña, antes de que naciera Jociane, y fue dejada en un convento, por lo que creció sin recuerdos de su verdadera familia.

Más adelante habrá que ver si llegan a enterarse de la verdad, pues María de la Paz ya inició una investigación para dar con las subrinas que perdió años atrás.