El sábado, Canal 13 emitió un nuevo capítulo de Lugares que Hablan, en donde Pancho Saavedra y su equipo recorrieron las diversas islas de Chile, siendo una de ellas la isla Santa María, de la comuna de Coronel.
Allí el conductor del espacio cultural se enfrentó a uno de sus más grandes desafíos desde el inicio del programa: un arriesgado descenso de 8 metros hacia un acantilado, hacia las costas de la isla, solo sujetado por una cuerda.
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Si bien esta era una actividad que normalmente realizaban los lugareños, el animador se vio angustiado en todo momento por esta situación.
“Señora, no me atrevo, yo peso 98 kilos”, le dijo Saavedra, quien agregó que “me están empezando a temblar las piernas… en qué me vine a meter”, se lamentaba el comunicador, mientras se tomaba la cabeza.
“Vengo haciendo hace años este programa, admirando profundamente lo que hace la gente del norte y del sur, pero esto no lo había visto”, agregó preocupado Saavedra, mientras algunos comenzaban a bajar, incluso otro miembro del programa.
“Me dan ganas de salir arrancando, de renunciar a la pega”, enfatizó Pancho, quien luego, entre toda la tensión, tuvo una distendida idea: llamó a su mamá.
“Mamá, mira donde estoy. Quiero que veas, porque puede ser la última vez que me veas. Mira dónde tengo que bajar. Voy a dejar el teléfono con mis compañeros, para que me veas por cualquier hue…”, manifestó entre risas nerviosas.
Claro que la respuesta de la madre de Saavedra sacó aún más risas: “¿Dejaste la casa a mi nombre?”, lanzó la mujer al otro lado del teléfono.
“Estoy muerto de miedo, pero lo voy a hacer”, anunció el conductor de Lugares que Hablan. Y así fue. Le costó, pero lo logró. “No puedo hacer más que admirar a estas mujeres”, sentenció ya en tierra firme.
Revisa el osado descenso AQUÍ.
