Durante el fin de semana, se comenzó a viralizar en redes sociales un video en donde una mujer insultaba a turistas que se encontraban en un restorán en Maitencillo.

En el registro, el cual ocurrió el pasado 2 de enero, se ve a la protagonista furiosa por los ruidos que generaba el local, el cual posteriormente fue identificado como el Mercado de San Pedro de la mencionada comuna.

“Esto era un santuario y todo se derrumbó… es como el calentamiento global… yo soy la hueona pegada de mi casa… la mierda de ustedes que no habían venido a ver el mar tan cerca; no se de dónde vienen: de Algarrobo, Llolleo, no sé dónde mierda vienen; del campo, de donde chucha vengan, pero váyanse a la chucha, váyanse más para allá, la hueá me carga, vayan a Cachagua, Zapallar… váyanse a la mierda, que lo pasen como el pi**”, les gritó.

La versión de la involucrada

En ese contexto, y durante este lunes en Mucho Gusto, el programa se contactó con la mujer, quien fue identificada como Bernardita, para que diera su versión de los hechos.

“Me descontextualizaron lo que pasó, porque yo he ido mil veces, y toda mi familia ha ido a hablar con él (dueño local) y el alcalde, esto viene de hace mucho tiempo en realidad”, dijo.

Siguiendo con su relato, la mujer indicó que “nosotros vamos a Maitencillo hace 60 años, y somos una familia que veraneamos todos juntos, somos puros primos, y siempre hemos tenido tranquilidad”.

“Ahí donde está este restorán había un bosque, entonces de repente comienzan a cortar los árboles diciendo que iban a poner un kiosco para vender unos cafés, entonces este kiosquito se convirtió en el Estadio Nacional”, afirmó.

Además, agregó que “estuvimos mucho tiempo peleando con el dueño anterior, quien era un prepotente y pesado, le daba lo mismo, y todo terminaba en la playa al frente de la casa de nosotros con carrete”.

“Este año supimos que iba a comenzar esta cosa, yo fui en diciembre a hablar con él y le pedí que se ubicara, porque estaba todo el día con la radio fuerte. Conversé con él y me empezó a decir puras tonteras, y lo dejé ahí”, complementó.

“Me salí de mis casillas”

Sobre su minuto de furia, el cual se convirtió en viral, Bernardita detalló que “el otro día fui porque ya era mucho, para empezar está pegado a mi casa, no hay un cortafuego, no tiene los metros correspondientes, se agrandó a la playa donde están los niños y toda la familia, y tú estás con gente tomando ahí, mientras tú estás recluido, es una invasión, no corresponde”.

“Yo partí al restorán muy enojada, me salí de mis casillas pero no porque quería pelear con la gente, sino que le fui a preguntar (a un trabajador del local) dónde estaba el dueño, ya que quería hablar con él, pero se escondió”, puntualizó.

Finalmente, la mujer declaró al panel de Mucho Gusto que “yo traté de explicarle a la gente qué me pasaba a mí, pero estaban tan felices con la orquesta que tenían, la cual estaba desde las 11 de la mañana, (el trabajador) fue un plomo, de hecho me empujó, y la gente me empezó a decir que me fuera, me trataron mal, y yo realmente me defendí”.

“Por supuesto no fue la forma, me salí de madres, no era la idea. Te juro por Dios que si hubiera tenido un látigo, les hubiera pegado, porque la verdad fueron porfiados, no se hacen cargo. La forma ensucia el fondo, yo hago mi mea culpa, no correspondía. A mí me da lata por mis niños, todos estos memes”, cerró.