La bailarina Vivi Rodrigues reveló que debió hacer un gran esfuerzo para ser parte de Aquí se baila, el nuevo estelar de Canal 13.

Lo anterior, ya que la brasileña decidió aceptar la oferta de la señal y decir adiós a su país natal, dejando a sus dos hijas y su pareja.

En ese sentido, Rodrigues contó en entrevista con LUN que venir a trabajar a Chile fue una que tomó junto a su marido, con quien estaba trabajando en un emprendimiento deportivo. “Las negociaciones duraron dos meses. Me costó. Venirme fue una decisión en conjunto”, dijo.

De hecho, su arribo a Chile se concretó el pasado 27 de diciembre y debido a la cuarentena preventiva que deben hacer los extranjeros al ingresar a nuestro país por la pandemia, Vivi terminó pasando sola la fiesta de Año Nuevo en un hotel sanitario.

No estaba en sus proyectos

Sobre por qué no regresó con su familia, Rodrigues comentó que “no había planes de venirnos de vuelta. En Brasil estamos en pleno verano y no creo que hubiese sido lo mejor para las niñas ahora. Sus primos están de vacaciones allá”.

Eso sí, la bailarina comentó que tiene plena certeza que sus hijas están bien con el papá, ya que durante el encierro por la situación sanitaria, él comenzó a realizar más tareas domésticas.

“Le dejé indicaciones sobre las rutinas de las niñas. Por ejemplo, tienen horarios para ver tele: entre 10 y 11 de la mañana. Se levantan a las ocho, él les prepara el desayuno, después se van a almorzar a la casa de mi suegra, van a la playa, juegan con sus primos, se bañan solas pero hay que estar supervisándoles la ducha porque si no se quedan dos horas”, contó.

Asimismo, aseguró estar contenta con su marido, ya que ha logrado sortear con éxito la primera semana solo con las pequeñas. “Contratamos a alguien que vaya a hacer el aseo. Le ha tocado duro a Carlos y lo veo cansado, pero estoy orgullosa de él porque lo ha hecho bien”, sostuvo.

Vivi Rodrigues extraña a sus seres queridos

“Los echo de menos”, señaló la ex Porto Seguro, enfatizando que “la decisión de venirme no fue sólo mía, fue una decisión en conjunto. Él (su marido) sabía que era algo que me iba a hacer bien porque estaba desesperada por bailar y también la parte financiera nos iba a ayudar como familia”.

No obstante, una de sus mayores preocupaciones era el cumpleaños de su hija Malié, por lo que dejó todo preparado para que disfrute en su ausencia.

“Me preocupé de que fueran sus compañeros del colegio y me van a llamar para estar presente. Coordiné con mi suegra la torta y la comida, le dije a mi marido dónde tiene que ir a buscar los adornos y por videollamada lo asesoré con el regalo mientras él estaba en la tienda”, dijo.

Finalmente, consultada por la opción de regresar a vivir Chile, Vivi no lo descartó por completo. “No hacemos planes a muy largo plazo. Tengo todo aquí. Vivo acá hace 19 años. No me fui por un descontento, pero el encierro fue too much. Yo soy súper alegre y positiva, pero estaba deprimida”, cerró.