Mi pobre angelito (1990) es sin duda uno de los clásicos navideños más recordados de todos los tiempos.
La producción dirigida por Chris Cholumbus (Harry Potter) catapultó la carrera actoral del pequeño Macaulay Culkin, quien interpretó a Kevin McCallister. Sin embargo, el niño no fue el único de su familia que participó en el rodaje.
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Se trata de Kieran Culkin, hermano del protagonista, y quien con 8 años personificó al primo Fuller, que solo aparecía unos minutos en la cinta.
A pesar de vivir en la sombra de Macaulay, el actor de hoy 39 años supo iniciar una carrera actoral alejada de las polémicas y excesos de su hermano. Asimismo, mantuvo total resguardo de su vida personal.
Si bien enfrentó obstáculos, consiguió papeles secundarios en grandes producciones de Hollywood, así como también algunos protagónicos en películas independientes.
Recordemos que en su niñez integró el elenco de otras producciones familiares, como las dos entregas de El padre de la novia, estrenadas en 1991 y 1995. Además, a los 30 años participó en la alabada adaptación de la película de los hermanos Cohen, Fargo.
No obstante, su reconocimiento internacional llegó hace un par de años por su papel de Roman en la serie Succession de HBO, que recientemente finalizó su tercera temporada.
En dicha ficción interpreta al hijo más joven de la familia Roy, un hombre irreverente, aparentemente inmaduro, “pero con una aguda inteligencia que va resaltando conforme avanza la trama”, destacan en la sinopsis.
Tras la popularidad que alcanzó con este personaje, Kieran conservó la misma perspectiva que tuvo en los inicios de su carrera.
Su visión de la fama
“En cuanto a la fama, creo que la mayoría de las personas, si realmente la vieran de cerca, dirían: ‘Esto es horrible’“, reflexionó en conversación con el diario electrónico The Guardian.
“La gente bien adaptada no perseguiría el aspecto de ‘celebridad’. Cambia tu vida y, por lo general, no de manera positiva“, agregó el actor.
Finalmente comentó que lo reconocen más ahora que por su rol en Mi Pobre Angelito, pero eso también ha significado un problema. “Me molesta que las personas tomen fotografías de mi esposa o mis hijos a escondidas. De lo contrario, solo trato de vivir mi vida normal“, concluyó
