En la noche de este martes, TVN emitió el último capítulo de la temporada que marcó el regreso de Mea Culpa.

En dicho episodio, el programa de Carlos Pinto relató la historia de Miguelina Espinoza, quien en 2017 asesinó a su pareja, Javier Molina, en Puerto Montt.

Como ya es tradicional, el conductor del espacio acudió hasta el Centro Penal de Puerto Montt, para conocer la versión de la protagonista del crimen, quien actualmente tiene 48 años.

Un duro relato en Mea Culpa

Al inicio de la entrevista, la mujer detalló que nunca estuvo enamorada de su conviviente, señalando que la relación solo fue un “acuerdo”.

Cabe señalar que Miguelina en su juventud vivió un tiempo en la calle, instancia en donde conoció a su pareja, quien la invitó a que se quedara a vivir en su hogar, comenzando a formar una familia, de la cual nacieron siete hijos.

“Fueron 27 años (…) me acostumbré a él, de los 16 años. Es como cuando una perrita busca calor, y él me aceptó”, indicó.

Con respecto a la relación con el padre de sus hijos, la cual estuvo marcada por la violencia, Espinoza comentó que “yo tenía 16 años cuando él me pegó y yo pensaba que eso era normal, que te peguen. De los dos a los cuatro años tengo recuerdos que mi papá golpeaba y dejaba botada a mi mamá”.

Yo creo que a mí nadie me quería, me hubiesen adoptado mejor, y me hubiesen dado por ahí no más. Yo viví con mi abuela, ella nunca me pegó, cuando murió yo pasé a ser mala”, analizó.

Además, agregó que “mi mamá nunca me dijo ‘hija te amo’, y duele mucho porque lo necesito mucho, más acá en este lugar”.

“Yo estaba sola”

Siguiendo con su relato, detalló que pese a las constantes agresiones que sufría de parte de su pareja, él fue un “buen padre”.

“Él me decía, ‘Jana tú sin mí no eres nadie, no vas a hacer nada’ (…) Yo siempre dije que las mujeres siempre se encariñaban más a los papás, mis hijas siempre fueron cercanas con él, y yo estaba sola. Lo amaban, lo tenían en un pedestal”, explicó.

Javier no era un mal papá, siempre era preocupado. Me hubiese gustado a mí tener un papá como lo fue él”, complementó.

“No fue mi intención, no lo quería matar”

Finalmente, Miguelina Espinoza manifestó su arrepentimiento tras el homicidio. “Si yo lo hubiese querido matar, lo hubiese matado a los 16 años, no cuando teníamos 27 años juntos”, aclaró.

“Yo no me acuerdo de dónde saqué el cuchillo y le mandé un (corte)… pero fue certero, en el cuello. Y después me dije ‘Qué hice’, fui donde él estaba, lo abracé y le dije ‘perdón, no lo quería hacer’. No fue mi intención, no lo quería matar. Mis hijas llamaron a Carabineros y me dijeron ‘maldita’. Yo las entendí porque les había matado a su papá”, confesó.

“Me arrepiento de todo, de perder a mi familia, de no estar con ellos. Yo aquí estoy muerta en vida. Y Javi, donde estés, espero me perdones, porque nunca lo quise hacer, jamás. Le pido perdón de rodillas a mis hijas, y a la familia”, cerró.