En un nuevo episodio de ‘viernes de humos’ en Podemos Hablar, del que participaron Ernesto Belloni, Miguelito, María José Quiroz, Kurt Carrera y Paola Troncoso, esta última compartió un olvido por el cual tuvo que mentir y que le costó meses de preocupación.

La humorista contó que cuando recién se casó, sus suegros le pasaron un departamento, el que necesitaba varios arreglos. “Como yo soy maestra chasquilla, yo dije ‘ya, lo vamos a arreglar’. Hice de todo”, manifestó.

Paola relató que se encontraba dedicada y enfocada en esta labor, por lo que un domingo decidió continuar los arreglos, quedándose hasta altas horas de la noche lijando y pintando paredes.

Producto del esfuerzo físico y cansancio, decidió no regresar a su casa y se quedó dormida. “Me quedé raja. Pero así tal como estaba, con los pantalones manchados, el pelo lleno de pasta muro porque estaba lijando. Un desastre. No me dio ni para ducharme“, puntualizó.

A eso de las 11 de la mañana la despertó una llamada a su celular de Juan Alcayaga. “Me asusté, porque estaba profundamente dormida. Y escucho ‘¿dónde estás?’ y yo dije ‘¿qué se me olvidó?’“, señaló.

‘Está el teatro lleno Paola, ¿dónde estás?’ Y a lo único que atiné fue a decir ‘es que parece que me desmayé’“, y se apresuró a salir.

La mujer viajó de Pudahuel a San Miguel en busca de su vestuario y posteriormente se aprontó a dirigirse al teatro Lido, pero al llegar se enteró que la función no era en dicho establecimiento.

Entro y no había nadie. Llega el guardia y me dice ‘Paolita, ¿qué está haciendo aquí?’ Y yo ‘¿cómo que qué estoy haciendo aquí? ¿dónde está el público?’. Y me dice ‘No, hoy día no tenían función aquí, parece que tenían en el teatro Providencia’“, le aclaró el hombre.

Rápidamente tomó el metro hacia Manuel Montt, logrando llegar a su destino. “Eran 3 horas las que me había esperado. Entré, haciéndome la gil, pasé al camarín y Juan me pregunta qué me pasó, y yo ‘después te explico’“, recordó.

Finalmente, la comediante salió a escena sin maquillarse ni arreglarse el pelo, incluso con restos de pintura. “Era una función que yo estaba la hora y media en escena, no salía en ningún momento“, acotó.

La experiencia le trajo consecuencias, pues según Troncoso estuvo “meses perseguida, preguntándome qué se me olvidó hacer“.

Fue terrible, empecé a anotar todo, porque solo que sonara el teléfono en un momento que no le esperaba era una sensación de ‘pero qué se me olvidó’“.