Unas complejas semanas se han vivido en Iquique, producto de la crisis migratoria que afecta Venezuela, generando enormes aglomeraciones de cientos de extranjeros que quieren ingresar a nuestro país.
En ese contexto en Mucho Gusto, Simón Oliveros se trasladó a dicha ciudad para conocer más detalles de esta problemática social.
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Resumiéndolo como “cruel relato” y una “dramática historia”, el periodista conversó con Mónica Josefina Ruiz, venezolana que viajó junto a su hijo en silla de ruedas para encontrar un mejor destino en tierras nacionales.
“Nuestra travesía fue tremenda, pasamos muchas cosas difíciles. Venimos de un país en donde prácticamente no tenemos democracia. No tenemos agua y luz”, comenzó relatando la mujer.
“Necesité mucha fortaleza”
Mientras era escuchada atentamente por Diana Bolocco y José Antonio Neme, la extranjera indicó que arriesgó su vida cruzando el hostil desierto chileno para “buscar una esperanza”.
“Allá no podemos estar mejor. Ni siquiera podemos comer ni dormir, no tenemos agua potable, eso es lo que nos motiva a salir”, reveló.
Además, agregó que “no fue fácil, necesité mucha fortaleza en compañía de mi otro hijo, nosotros luchábamos, lo cargábamos en un autobús, pasamos por cosas feas al no tener comida ni agua. Fueron seis días de travesía”.
Con respecto a la enfermedad que sufre su hijo, Mónica detalló que “él nació con una parálisis cerebral que le afectó la parte motora, no es neurológico. Necesita fisioterapia e inyecciones para poder desarrollar mejor sus tendones”.
“Él dejó de tomar los medicamentos, lleva mucho tiempo que no está en tratamiento. Le afecta en todo, va retrocediendo”, complementó.
Amor de madre
Tras la pregunta de Diana Bolocco de si conoce la Teletón, la mujer aclaró que “la escuché muchas veces en Venezuela, la veía en televisión y soñaba con traerlo aquí, porque ayudan a las personas con discapacidad”.
Finalmente, y sobre qué piensa hacer tras llegar a Chile, la migrante confesó que “quiero viajar a Santiago para poder conseguir todo lo necesario para él”.
“El amor que se le siente a un hijo es demasiado grande, invencible, solamente luchamos por ellos”, concluyó.
