El pasado 11 de enero, Canal 13 volvió a estrenar Machos, la teleserie más exitosa en la historia del canal, que de hecho alcanzó un récord de sintonía en la emisión de su último capítulo, en octubre del año 2003.

El próximo lunes 4 de octubre el público podrá volver a ver el final de la historia de los Mercader, especialmente de Ángel (Héctor Noguera), quien actualmente está totalmente solo, rechazado por sus siete hijos varones, quienes no le perdonaron las oscuras mentiras que mantuvo por años.

Recordemos que, tras la muerte de Valentina (Liliana Ross), se supo que el patriarca de la familia había mantenido una relación paralela de 12 años con otra mujer, que resultó ser Sonia, la esposa de su hijo mayor. Pero eso no es todo, porque quedaba otro secreto que descubrir.

Hablamos de la existencia de Alicia (Elvira López), la única hija de don Ángel: fruto del vínculo que él tenía con Mirna, la prostituta regenta de la Casa Granate.

Si bien la enfermera se presentó como sobrina de Imelda (Teresita Reyes) y trabajó un tiempo cuidando a Valentina durante su lucha contra el cáncer, su verdadera intención era conocer tanto a su padre como a sus hermanos, con la secreta esperanza de que algún día la reconocieran y aceptaran como parte de los Mercader.

Padre e hija

Durante el capítulo del jueves, Alicia logró el primer acercamiento con su padre, pues la defendió de Raimundo (Remigio Remedy), asegurando que ella no era “una cualquiera”, sino una verdadera Mercader, ya que era su hija, así que debía tratarla con respeto.

Aquello la emocionó hasta las lágrimas, y la hizo cobrar la fuerza y valor necesarios para rechazar al hombre del que se enamoró, pues él no era capaz de valorarla realmente al ser hija de una prostituta.

Y no quedó ahí, pues Ángel posteriormente la llamó a su despacho para conversar, instancia en la que confesó estar dispuesto a darle su apellido, a pesar de que sus demás hijos no estarían de acuerdo. 

“Yo no hago bromas sobre las cosas serias, mijita. Vaya aprendiendo”, dijo el patriarca, añadiendo que no permitiría que “otro estúpido” le rompiera el corazón a su hija. “Cabros buenos y sanos, elegidos por el ojo infalible de tu padre”, advirtió.

“Nada me puede poner más contenta que usted por fin se preocupe por mí, papá”, cerró ella, acercándose para darle un beso, llorando de alegría.

Entonces, dejando caer su fachada de macho duro y orgulloso, Ángel Mercader abrazó a su hija, sellando una de las escenas más emotivas de la recta final de la teleserie.

De hecho, los televidentes no dejaron pasar la oportunidad de comentar esto en redes sociales: