Un sorpresivo descargo protagonizó Rocío Marengo la noche del martes en el programa argentino La Academia, de Showmatch, donde ha demostrado sus dotes como bailarina con complejas coreografías. Sin embargo, la modelo reclamó contra su pareja, el empresario Eduardo Fort, con quien lleva ocho años.

Y es que, según reveló, el hombre no ha sido capaz de ir presencialmente a apoyarla en este desafío profesional, a pesar de que ella misma se lo ha pedido. “Estoy harta de remar en dulce de leche tratando de salvar una relación”, confesó con los ojos llenos de lágrimas tras haber recibido una buena evaluación de parte del jurado.

“Estoy harta, repodrida, ocho años que estoy al lado de él bancando a la ex, que me salió a putear por todos lados, a tratarme de prostituta”, recalcó indignada la exchica reality.

“Soy su mujer hace ocho años y no es capaz de venir a bancarme, que le da vergüenza, que me mintió”, añadió Marengo, detallando que Fort le había dicho que no iba al programa porque no tenía puesta la vacuna, pero a pesar de eso se fue de viaje a Estados Unidos.

“Eduardo Fort, hacete cargo, tenés una novia. ¿No querés venir? Chau, flaco, yo estoy hasta acá”, indicó, pasándose la mano por la coronilla.

Rocío Marengo y Eduardo Fort
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Remando sola

Aprovechando el momento de desquite, Rocío aseguró que lleva años de su vida remando sola en todo aspecto, y que en esta relación en particular tuvo que saber ganarse el cariño de la familia de su novio.

“Él como hombre se tiene que poner los pantalones. Ocho años te banqué, Eduardo, estoy hasta acá de tus bolas pesadas (sic). No lo merezco”, remató.

Por último, la rubia aseguró que Fort dice siempre estar muy enamorado, pero que los ‘te amo’ no alcanzan si no es capaz de demostrarlo.

Además, quiso referirse a quienes la han tratado de “interesada” por estar con un hombre dedicado a los negocios, y recordó que ella trabaja hace dos décadas en los medios de comunicación: “La remo mucho para que después me pongan, ‘la novia de Eduardo Fort’. ¡No! Yo soy Rocío Marengo, no me importa que tenga una empresa. Si él está enamorado como dice, que me venga a acompañar. Si tiene huevos, que se pare. Si no, chau“, cerró.