Emilia Daiber es la animadora de uno de los programas más populares de la televisión en la actualidad: El Discípulo del Chef.

Sin embargo, el éxito también viene acompañado de responsabilidad, sobre todo cuando se trata de un programa tan intenso como el de CHV.

Como muestra solo basta recordar el último capítulo del programa gastronómico, en donde se vivió un tenso momento, tras un cambio de reglas que afectó a los competidores y que motivó que Ennio Carota decidiera que ambos equipos (azul y rojo) deberían eliminar a un integrante.

Esto generó una airada respuesta de Sergi Arola y Carolina Bazán, quienes se negaban a hacerlo, reclamándole a Daiber, quien a su vez intentaba calmar los ánimos.

“Logro entender que esto no tiene nada que ver conmigo, sino con que yo ocupo un lugar en la conducción del espacio. Cuando pasa algo que puede parecerles injusto tanto a participantes como a los chefs, la persona con la que pueden hablar para que la información pueda ser transmitida a producción, soy yo“, cuenta a Página 7 sobre su labor en dichos momentos.

Respecto a la situación anterior, Emilia explica que “fue un momento donde estaban los chefs y los participantes un poco molestos. No sabían qué hacer y finalmente las cosas se hablan con producción, para tomar decisiones en conjunto”, agrega Daiber.

Todo esto ha significado un desafío para la periodista, aunque también admite que la ha servido para crecer profesionalmente.

“A veces uno tiene que tomar el toro por las astas y a pesar de que a ratos me asuste, me ha gustado mucho“, indica, añadiendo que ha tenido que apelar “a mis habilidades blandas, a conectarme con lo que está ocurriendo en el minuto. Pero me ha dejado un gustito bien enriquecedor”, sentencia la comunicadora.