El próximo sábado 11 de septiembre, Canal 13 dará inicio a la novena temporada de Lugares que Hablan, programa animado por Francisco Saavedra y su fiel escudero, el querido ‘Catador’.

Y es que a estas alturas – tras 8 años al aire y más de 1.500 localidades recorridas – la relación entre ambos pasó de ser mucho más que la de un simple vínculo laboral.

Por lo mismo, y en vista a la gran cantidad de años en el programa, David Liempi -su nombre real- es una voz autorizada a la hora de hablar de este nuevo ciclo del espacio de viajes de Canal 13.

Fue bastante complejo hacer un programa en donde primaba el abrazo. Nosotros llegábamos a un lugar y era abrazo con la gente para arriba y para abajo, comiendo de la misma cuchara, prácticamente”, comenzó contando a Página 7.

Respecto a las medidas que tomaron por la pandemia, el ‘Catador’ añade que “hubo que hacer adaptaciones, pero en el fondo el cariño sigue igual. Uno se puede abrazar, pero las expresiones de cariño y respeto hacia lo que uno hace son evidentes. Ese tipo de cosas no cambian”, analiza.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por David Liempi (@davidfractal)

Y es que para él, este programa significa algo especial: “Aquí la gente, un artesano, un pescador, es el importante. Es como si anduviésemos haciendo una investigación a través de la ruta conociendo personas, sacando a la luz los dolores y alegrías de cada persona de nuestro Chile”, indica el camarógrafo.

Piure gigante

Recordemos que el apodo de Liempi nació hace años, cuando a Pancho Saavedra le dieron de probar un erizo, algo que él dudó. No obstante, el lugareño le dijo al conductor, “pero que lo cate el amigo”. A partir de ahí no paró.

Y esta temporada no fue la excepción. Liempi comenta a nuestro medio qué producto lo sorprendió de forma particular, durante esta nueva entrega de Lugares que Hablan.

“Siempre hay algo que sorprende. He comido piures siempre que voy a la costa. Los pescadores me tienen un piure en la mano prácticamente, pero ahora conocí uno que era del tamaño de un tomate“, dice entre risas.

“Imagínate el porte, uno lo ve y dice ‘cómo me como esto’. Un piure de ese tamaño no había visto y que te pasen uno en la mano y que tengas que mandártelo en dos o tres mordidas era difícil”, añadió.

¿Subió de peso tras estos nuevos viajes? “Eso no me preocupa, aunque a veces uno se nota con más kilitos, sobre todo ahora en pandemia, que estuvimos más parados. Pero uno tiene que tener un estado físico que te permita hacer el programa, porque a veces andas subiendo botes, cerros, montañas y necesitas un buen estado físico”, sentencia.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por David Liempi (@davidfractal)