La revelación de que Dante Covarrubias (Andrés Velasco) es el hombre que secuestró a Mateo, ha desatado una serie de teorías en torno a la teleserie de Mega, Demente.

Esto, ya que ahora que se sabe quién es la persona que separó al pequeño de sus padres, hay varias dudas respecto de sus motivaciones y cómo el actor logró dar con el impecable rol que asusta a los televidentes en horario prime.

En conversación con Publimetro, Velasco manifestó que interpretar a un villano ha sido muy difícil “porque a tu personaje hay que quererlo aunque sea indefendible. Al tratar de entenderlo te das cuenta que es como enfrentar un puzzle de 10 mil piezas; hay que eliminar los prejuicios, para entender sus acciones y terminó siendo un buen desafío crear verosimilitud en sus acciones”.

Eso sí, el actor es enfático en asegurar que pese a que probablemente Dante marque su carrera, “ahora no sé si lo quiero y si lo haría de nuevo”, dijo.

“La empatía cero es una de las cosas más difíciles de entender, que a él no le importa nada. El cómo empatizo con este personaje. Trabajar en equipo tratando de descifrar las claves para que esto sea viable. Obviamente, tuve escenas muy duras, muy agresivas, donde tenía que invadir el metro cuadrado del otro y yo soy medio distante por no querer invadir. Fui probando, pero es desgastante, terminaba bien cansado. Pero no fue algo que me dañara ni que no me permitiera seguir mi vida. Uno tiene que aprender a sacarse el vestuario cuando te vas a tu casa”, aseguró.

Lo que viene para Dante

Sobre qué pasará de aquí en adelante, el actor aseveró que ahora se mostrará “la fragilidad del personaje y que su agresividad es una consecuencia. No es poner cara de loco, no se trata de eso. Dante es alguien que siente que el mundo se lo va a comer y crea este mundo paralelo. Toma a una niña que le gusta, dice la haré mi esposa y le daré un hijo y seremos una familia feliz. Él no quiere plata, no es ese su móvil”, sostuvo.

Finalmente, Velasco comentó que dicha debilidad la muestra pensando que esta realidad paralela se está disipando “a raíz de que el niño presenta un problema en un diente y se ve enfrentado al dilema de llevarlo al dentista, y ahí es que se empieza a caer su mundo, porque se ve obligado a abrirlo y comienza a perder el control y empieza a quedar la escoba porque tiene que mover piezas”.