El pasado sábado 24 de julio, se desarrolló la competencia de Esteban y Marco Grimalt en Vóleibol Playa en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, durante su emisión un inesperado personaje se volvió uno de los temas más comentados en Twitter.

Nos referimos a Jorge Hevia, el periodista que en dicha jornada se desempeñó como comentarista de la señal estatal.

En ese contexto, el exanimador del Buenos días a todos, se refirió a las múltiples reacciones que causó en las redes sociales, en donde muchos desconocían su experiencia deportiva. “Da lo mismo, las nuevas generaciones no tienen por qué saber de historia. Te lo juro por mis hijos que no me molesta. Cuando se trabaja en los medios de comunicación, uno está acostumbrado a esto”, afirmó en conversación con Página 7.

“Además, no estoy debutando,  es mi cuarto o quinto Juegos Olímpicos analizando vóleibol, y lo hice cuando Chile jugó en el Monticello con sintonía muy buena, entonces forma parte de lo que sucede en las redes sociales, un poco para eso están”, detalló.

“Es culpa de los medios”

Con respecto a las críticas que surgen en internet, indicó que no le da “ni alegría ni tristeza”, pues “es parte del mundo de hoy. El tiempo corre muy rápido, lo que vale es lo que pasa ahora”.

Además, agregó que “no estamos hablando de los años 50, me refiero a la generación del 80 que fuimos al mundial de vóleibol y que se transmitió por Canal 13. Mi currículum está, fui capitán 17 años en la Universidad Católica, estuve 18 años en la selección”.

“Seguramente a Kristel Köbrich en unos cuatro o cinco años más nadie la va a recordar, así es Chile. ¿Quién se acuerda de Marcelo Salas o Iván Zamorano? No me quiero comparar con ellos, pero la gente que sigue el deporte sabe perfectamente quiénes somos y lo que hicimos”, afirmó.

Sin embargo, el comunicador se mantiene esperanzado que esta situación cambie tras la realización de los Panamericanos de Santiago en 2023, para que así “los deportistas se hagan conocidos, porque no salen en la prensa, y eso es culpa de los medios”.

“Es la realidad de hoy”

Es por esto, que Hevia utilizó como ejemplo lo que sucede en otros países. “Un amigo me mandó una entrevista que se le hizo al armador reserva del equipo argentino de mi época. Nosotros jugamos con ellos varias veces, fueron terceros del mundo, y él habla sobre la actuación de su selección en Tokio 2020, y la gente lo escucha”, expresó.

“Allá al deportista o periodista se le respeta. En Chile pensamos que todo partió hoy, entonces a la gente que se puso de pie con Pedro Carcuro cuando relató el gol para clasificar al España 82, y una serie de eventos, es parte del mundo, y en donde Chile especialmente tiene una mirada muy distinta. Todo lo que suene con un poco más de experiencia no vale nada”, señaló.

Sobres las críticas que también ha recibido su compañero de canal, Jorge enfatizó que “Pedro todavía está vigente, aporta y relata. Ahora, distinto es si te puede gustar lo que hace, por ejemplo si a alguien no le gustan mis comentarios, perfecto, pero para eso hay que saber de vóleibol”.

“Hay gente que piensa que estoy ahí porque animé el Buenos días a todos, e imagínate la cantidad de partidos que jugué, fui ‘El mejor de los mejores’ en el círculo deportivo, participé en un mundial, no es el pago de Chile, es la realidad de hoy”, aclaró.

Diferencia inevitable

Sobre su participación en los comentarios, el rostro de TVN indicó que esta experiencia “ha sido maravillosa”, aunque “la única pena es la ausencia de público”.

Aprovechando la instancia, el animador reprochó el poco apoyo que reciben los atletas de parte del público. “No me gusta cómo tratan al deportista chileno en los JJ.OO, me carga cuando critican que llegó 30 o 25, y nunca les interesaron otros deportes”, dijo.

“La gente que llega a los Juegos Olímpicos, hicieron un gran esfuerzo de años. Por ejemplo los primos Grimalt llevan 10 años entrenando, ¿cuántos años lleva Kristel Köbrich o Bárbara Riveros? Son atletas para sacarse el sombrero, y en Chile no se les reconoce”, expresó.

Finalmente, Hevia reveló que “hoy hay recursos, pero mientras en Chile se gastan cinco pesos, en los países desarrollados hay cien, entonces esa diferencia es inevitable”.