El último año varias figuras del ambiente del espectáculo se han convertido en madres, lo que ha significado un desafío en medio de la pandemia de COVID-19 que afecta a Chile y el mundo.

Restricciones sanitarias, viajes restringidos, aforos reducidos, toques de queda y en nuestro país el plan Paso a paso, han llevado a que las mujeres no puedan enfrentar la maternidad como era antes de la alerta sanitaria, viendo incluso, en ocasiones, afectado el desarrollo de los más pequeños.

En ese sentido, en Página 7 quisimos hablar con algunas famosas que han dado a luz el último año, quienes nos contaron su experiencia de ser madre, lejos de muchos seres queridos.

Lejos de sus familias

Consultadas sobre qué ha sido lo más complejo de este periodo, Valeria Ortega relató a nuestro medio que pese a que fue bastante acogedor el embarazo de su pequeño, sí afectó el estar lejos de su familia.

“Estábamos todos mega encerrados, no nos podíamos ver siempre. No fue muy difícil, pero por el lado de la familia de mi pareja todos ellos están en Inglaterra (…) Cuando están literalmente al otro lado del océano es muy complejo. Ven crecer a Ollie solo mediante las llamadas, pero no pueden verlo en persona, entonces es duro”, dijo.

Algo similar enfrentó la actriz argentina Eliana Albasetti, quien se convirtió por segunda vez en madre junto a Federico Koch (tuvieron una niña a la que llamaron Luján).

“Cuando recién tienes a tu bebé estás tan cansada, agotada, con la teta al aire todo el día, entonces no quieres muchas visitas, así que es lo ideal”, dijo, añadiendo que la familia de Koch “tuvo que hacerse el PCR para venir a verla”.

Quien quizás enfrentó un panorama más complejo fue la exchica reality Melina Figueroa, quien actualmente reside en México junto a su pareja e hijos, por lo que está muy lejos de su familia, que no ha podido conocer a la pequeña Jazmín Luna.

“Me ha costado más este proceso porque ha sido muy solitario. En lo emocional, me afectó mucho no ver a mi familia, mi abuelo falleció de COVID-19, mi mamá estuvo en terapia intensiva por lo mismo un mes, mi abuela lo mismo, mis hermanos también. Me ha tocado una tras otra”, lamentó.

Eso sí, la exparticipante de Doble tentación fue enfática en asegurar que sus hijos han sido su motor de vida los últimos meses.

“Llegan a darnos amor, fuerza, paz, porque frente a todo panorama los miro a los ojos y me cambia la vida, me llenan de energía. Lo que le pasa a cualquier mamá solitaria, porque el COVID-19 nos transformó, entonces estar con ellos se traduce en nuestra motivación”, sostuvo.

Cambios en restricciones

A su vez, las tres madres coincidieron en que ante la llegada de sus bebés, sintieron un gran temor por el contagio de COVID-19.

“Me cuidé muchísimo, sanitizaba cada paquete, cada cosa, salía solo Fede porque obviamente tener coronavirus con un embarazo incipiente es aún más peligroso”, sostuvo Albasetti, quien también señaló que prefirieron seguir trabajando desde la casa.

Por otra parte, Ortega manifestó que junto a su pareja decidieron aprovechar el encierro de la pandemia para disfrutar el embarazo. “Me privé de lo que cualquiera se habría privado, porque por estar embarazada era grupo de riesgo, entonces prácticamente no salí nada y estaba más encerrada de lo normal”, dijo.

No obstante, Melina enfrentó un complejo momento pues contrajo el virus, el cual le provocó intensas contracciones, que llevaron a que incluso su bebé parara su crecimiento en el útero.

“Mi cuerpo se empezó a defender del virus y dejó de pasar el alimento a la placenta del bebé y no pudo crecer. Además, como yo no pude ir a los controles me enteré después”, dijo, debiendo incluso tener que comprarse los aparatos médicos para controlarse ella misma.

Eso sí, las tres señalaron que consideran que el proceso del encierro sirvió para poder disfrutar al máximo sus embarazos, aunque -a juicio de ellas- se deberían cambiar algunas restricciones sanitarias, al menos, en nuestro país.

“Tengo la esperanza de que pronto puedan levantarse las medidas y los niños puedan desarrollarse en los parques”, dijo Eliana, mientras que Valeria aseveró que pese a que todo está en estudio, sí deberían generarse cambios por las secuelas psicológicas en los niños.

“Mi sobrino que cumplió un año en marzo de 2020, después era complejo que viera a otra gente, se asustaba, usar el auto era un tema y eso les afectó mucho. (…) Evidentemente no soy experta en la materia, pero si existen cambios en pro del desarrollo de los niños, siempre va a ser bienvenido”, concluyó.