Simón Oliveros, periodista de Mucho Gusto, tiene una pequeña hija de cinco años, Nina, a quien cría junto a su esposa, Natalia Saavedra.

Esta labor se ha visto bastante complicada durante la pandemia, pues tienen una red de apoyo mínima y, por lo mismo, Oliveros habló con su jefa del matinal para pasar más tiempo en casa.

En conversación con Las Últimas Noticias, Simón relató que lo planteó de esta forma: “Silvana, estoy absolutamente jodido para trabajar durante las tardes, tengo que buscar un equilibrio porque el hogar lo paramos entre yo y mi señora, estoy con la soga en el cuello; necesito terminar el programa y volver a la casa”.

El periodista contó que con su esposa no cuentan con mucha ayuda. “Mi mamá vive en México; mi papá, en Viña. Mis suegros, que nos ayudaban mucho, fallecieron con una diferencia de un año. Mi hermana tiene su pega y Aída, que nos ayuda con Nina, no ha podido venir tanto. Estamos amarrados de las manos”, afirmó.

Y es que su esposa también tiene una agenda de trabajo muy ocupada. Natalia es periodista especializada en economía, está cursando un magíster, hace clases en la Universidad de Chile y además tiene un emprendimiento de ropa y maquillaje importado, @titilatiendita.

Cambios

Tras la charla con su jefa, Oliveros obtuvo algunas facilidades, por ejemplo, ya no tiene que reportear en terreno durante la tarde, ahora lo hace desde su hogar.

“A las dos ya estoy en casa, criando. Natalia me pasa a la Nina y me dice: Te toca”, contó.

Simón indicó que no le dio miedo hacer esta solicitud “porque en el programa, de capitán a paje, todos tenemos problemas domésticos (…) Fueron súper comprensivos porque la naturaleza de quienes componen el equipo es súper diversa. Fui franco y dije que no tenía otra chance. Además, hoy hay una cercanía distinta con los problemas de casa”, añadió.

Eso sí, con la nueva cuarentena total en la región Metropolitana se vuelven a complicar un poco las cosas, pues su hija Nina regresa a las clases 100% online.

“De verdad que no sé (cómo lo vamos a hacer), estamos viendo si nos ayuda una vecina que es bien cercana, y que puede venir en las mañanas, y de ahí yo voy en la tarde, pero que se acabe el colegio te desordena todo”, añadió.

Esta es una problemática que han debido enfrentar muchos padres durante la pandemia, un tiempo donde ha sido especialmente difícil para cumplir este demandante rol. En esta línea, Simón señaló que junto a Natalia “creemos en una corresponsabilidad de la crianza”.

Respecto a cómo maneja la frustración de su hija por las cuarentenas, el periodista indicó que lo hace como el protagonista de La vida es bella. “Le pinto pajaritos en el aire, le digo que todo va a estar bien y aparte con harta información, yo creo que a los niños hay que hablarles con la verdad y responder sus dudas. Ha sido súper desafiante”, confesó.

Por último, Oliveros contó que vive en departamento y, como le pasó a muchos quienes viven este tipo de viviendas, durante la cuarentena sintió que necesitaba un patio. “El problema es que te pones a cotizar y las casas están imposibles. Por suerte, tengo un departamento bien cómodo, en un pasaje tranquilo. Me gustaría irme a una casa, pero te pones a cotizar y te mandan a Colina, siendo que de acá me demoro 15 minutos en bicicleta para llegar a la pega”, concluyó.