El pasado jueves 3 de junio se estrenó por las pantallas de Mega la serie Isabel, que aborda parte de la biografía y la historia íntima de la escritora chilena, autora de numerosos best sellers que la llevaron a alcanzar fama mundial.

Una semana después, los televidentes pudieron ver el segundo capítulo, de un total de tres. Y si bien este proyecto audiovisual pone énfasis en la enfermedad y muerte de su hija Paula, lo cierto es que hubo otra pérdida que marcó profundamente la vida de Isabel Allende, y que se muestra en ese episodio.

Nos referimos a la partida de su abuelo materno, Agustín Llona, cuyos relatos e influencia en la infancia de su nieta la llevaron finalmente a escribir su primera y exitosa novela: La casa de los espíritus, publicada en 1982.

“Más allá de ser su abuelo, es la imagen amorosa de la familia”, comentó en entrevista con TiempoX el actor Rodolfo Pulgar, encargado de interpretar este importante rol en la bioserie. “Es la persona que induce o la despierta (a Isabel Allende) en este mundo de los espíritus, en este mundo mágico. Es la gran importancia que tiene él”, añadió.

Agustín Llona | Isabel
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Carta de despedida

El segundo capítulo de Isabel se enfoca principalmente en el período en que la protagonista -interpretada por Daniela Ramírez- decide separarse de su primer esposo, Miguel Frías, para irse a España junto a un músico argentino que conoció durante el exilio en Venezuela.

Hastiada por la rutina de dueña de casa, sin poder desempeñarse en su labor creativa, Allende se ve demasiado tentada a probar un nuevo rumbo, aunque aquello implique separarse de sus hijos Paula y Nicolás. Sin embargo, al tiempo decide regresar con su familia, renunciando a lo que pudo ser un gran amor.

En 1981, Isabel recibiría una noticia estremecedora: su abuelo Agustín agonizaba, y no había forma de decirle adiós físicamente. Por eso, decidió comenzar a redactar unas palabras para él, a pesar de que el hombre -cercano a los 100 años- no llegaría a recibirlas antes de morir.

“Era una especie de carta de despedida. Sabía que no alcanzaría a leerla, pero era mi manera de expresarle que podía partir en paz, que yo jamás iba a olvidar ni el más mínimo detalle de sus recuerdos“, explicó la escritora en el guion de la serie, añadiendo que rápidamente el texto se transformó en otra cosa.

Isabel Allende
Captura | Mega

La casa de los espíritus

“Los recuerdos imprecisos de mi historia familiar se fundieron con una imaginación desbordada, que comenzó a engendrar algo nuevo. Las palabras cobraron vida propia. Surgían incontenibles a través de mí, como si alguien las susurrara, exorcizando algo que había estado reprimido demasiado tiempo“, dice la voz en off en esa escena clave de la serie biográfica, donde Isabel Allende comienza a crear su primer libro, que se convertiría en un best seller, publicado en 1982.

Según se reveló en la ficción, la escritora dedicaba sus noches al relato, que la tuvo durante meses con el cuerpo funcionando como por inercia. Aquello terminaría en el título La casa de los espíritus, que incluso llegó a la pantalla grande en 1993, con un elenco de lujo que incluyó a Meryl Streep, Jeremy Irons, Glenn Close y Winona Ryder.

La noticia de la muerte de mi tata no llegó teñida de tristeza. Ese formidable viejo cascarrabias finalmente había conseguido lo que anhelaba. Fue entonces que se hizo patente en mí que ya no escribía para despedirme de nadie, ahora escribía por mí y para mí”, dice la voz de Isabel hacia el final del segundo capítulo, y en efecto, la serie deja en evidencia cómo la marcaron a lo largo de su vida las palabras cariñosas y los relatos llenos de magia de Agustín Llona, cuyas memorias familiares inspiraron la construcción de una de las obras en español más leídas en todo el mundo.

Agustín Llona y Rodolfo Pulgar
Agustín Llona y Rodolfo Pulgar | Editada por Página 7