Esta mañana, a través de importantes testimonios recopilados por el matinal Bienvenidos, quisieron hacer el ejercicio de armar el perfil de la menor imputada en el caso del joven scout Tomás Acevedo.
En esa instancia fue fundamental el relato de Rossana Ortelly, ex inspectora de la menor de edad, quien conversó varias veces con ella en su paso por un colegio anterior al que compartió con la víctima.
“Dentro de su proceso de desarrollo de niña a señorita, tuvo varias actitudes por situaciones complejas, y las manejaba con un poco de desequilibrio. Pude entrevistarla varias veces y conversar con ella de manera profunda sobre varios temas. Era una niña tímida que se sentía incómoda y necesitaba mucho apoyo y mucha contención familiar, que era el punto que siempre tratamos juntas“, dijo inicialmente.
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Y añadió: “Tenía dificultades para hacer amigos. Hubo una etapa de su vida en la que necesitaba pertenecer a un grupo y luego perteneció. Después su vida era el baile, que lo hacía muy bien. Participó en varios actos del colegio y destacaba en eso”.
Por otro lado, la mujer definió a la adolescente como respetuosa y excelente alumna, y por lo mismo, tras haber mantenido una relación estrecha con ella, aseguró sentir mucha tristeza por “saber que esa niña que en algún momento se mostraba tan dócil pudo estar situada en una situación tan macabra”.
Manipulaciones
Si bien era una buena alumna, tenía muchos ‘bajones’ relacionados también a su edad. Por eso llegaba a la oficina de la inspectora, pues requería contención. Así fue como Rossana Ortelly se enteró de algunos detalles de la vida familiar de la adolescente, pero no quiso revelar esa parte.
Lo que sí mencionó fue que la adolescente se volvió popular con lo del baile y comenzó a participar permanentemente de esas actividades, cambiando por completo su actitud: de un día para otro, llegó con maquillaje, otro tipo de vestimenta, y una personalidad muy diferente.
En esa línea, un vecino del sector donde ella vivía la definió como una niña manipuladora. “Ella no saludaba a nadie por aquí. Vivía en su mundo, con sus amistades. A la abuelita por parte materna la manipulaba a su antojo. Por eso vivía con ella. Yo, por ejemplo, no consentiría que mi hija a los 13 años se vaya a Santiago sola”, explicó el hombre al matinal de Canal 13.
Además, agregó que la presencia de la niña en el velorio y escolta de Tomás indicaba también esa actitud, y que aquello fue tremendamente doloroso para la mamá de la víctima y para todos quienes conocieron al joven scout.
Recordemos que en esos viajes a la capital conoció a Ulises Labrín, en febrero de 2019, gracias a una competencia de baile urbano. Así, iniciaron una relación que mantuvieron por 5 meses, durante los cuales el individuo de 23 años se dirigió a San Vicente de Tagua Tagua para realizar visitas esporádicas a la chica, quien mintió sobre la edad que él tenía para obtener el permiso de sus padres.
Mirada profesional
Rodrigo Marcos, presidente del colegio de criminalistas, analizó estos testimonios en el estudio del Bienvenidos.
“Nosotros nos enfocamos en la evidencia material. El desarrollo de perfiles criminológicos tiene un carácter orientativo, para incluir o descartar personas. Lo que me llama la atención es el problema que tenía ella para pertenecer e integrarse a los grupos. Hay casos de personas que sufren sentimientos de abandono y que después pueden llegar a desarrollar conductas de carácter violento“, explicó inicialmente.
En ese instante, Amaro Gómez-Pablos quiso saber si el móvil de los imputados era de factor psicológico.
“Uno lo usa para armar una teoría. Acá se ha revelado por las conversaciones de WhatsApp que habría un presunto abuso sexual. Esa habría sido la motivación. Llama la atención por qué el crimen es tan violento, y eso implica una carga emocional“, añadió el profesional.
Juan Yuseff, abogado y ex fiscal, quien también se encontraba en el programa, descartó que Ulises haya actuado netamente por celos y de manera autónoma.
“Me da la impresión de que actúan en conjunto. No es que uno prime sobre el otro. Puede haber existido un encantamiento de la niña sobre el joven, que derivó en la situación de celos y todo lo que estamos conversando, pero creo que fue algo de los dos”, señaló.
“¿Qué credibilidad se le da al relato del abuso sexual que habría sufrido la menor de parte de Tomás?”, preguntó Amaro a continuación.
“No solo hay versiones. Hay mucha evidencia que va a dar contexto al relato. Ella habla de una agresión sexual que nunca fue denunciada, de la que nunca se habló, y que solo se esgrime como defensa. Los jueces tendrán que valorar si su relato es creíble o no, y si tiene o no validez para ponderarlo al momento de la sentencia“, respondió el abogado, quien agregó que la defensa podría plantearlo como un atenuante, pero eso no justifica en nada lo que pasó.
