Este martes comenzó el juicio por la muerte de Tomás, el joven scout que fue asesinado en 2019 en San Vicente de Tagua Tagua. Por lo mismo, conversaron en Bienvenidos con Patricia Olea, tía de la víctima, quien reveló algunos detalles del caso, asegurando que su familia espera que se haga justicia. 

“Son momentos difíciles y tristes. Se nos viene todo de nuevo, vivirlo, pero hemos tenido el tiempo de paz y algo de conformidad, de rearmarnos de nuevo. Y ahora esperar… Una puede decir muchas cosas, pero las evidencias están, están los hechos y están las pruebas. Confiar en Dios que esto termine de la mejor manera posible”, comenzó diciendo la mujer en un despacho realizado en vivo.

“Uno dice ¿cómo hemos aguantado? Viendo otras realidades. Después de lo que pasó con Tomás han ido sucediendo tantas cosas en Chile… Hay otros papás que han perdido a sus hijos y nos vamos levantando porque no queda de otra“, añadió también.

En el matinal de Canal 13, la tía señaló que su sobrino era un muy buen hijo, cercano con su madre, con quien mantenía una comunicación muy fluida. Por lo mismo, cuando desapareció, ella rápidamente comenzó a preocuparse, porque él le avisaba con antelación cuando se atrasaba por algún motivo.

En cuanto a la relación que Tomás mantenía con la imputada, Patricia reveló que se conocían desde chicos, y que sus respectivas madres también. “Ellos eran amigos y andaban frecuentemente, tenían algo, pero sin nombre. No era un pololeo formalmente”, aclaró.

Bienvenidos tía de Tomás
Captura | Canal 13

“No tuvo por dónde arrancar”

Según relató la tía, la chica involucrada estuvo presente en todo el proceso de despedida. En el funeral, no se separó nunca de la urna de Tomás, y la vieron realmente afectada. Además, llamó la atención que ella volvió a usar el uniforme de scout, a pesar de que había sido desvinculada del grupo porque a veces faltaba para irse a Santiago a realizar unos bailes artísticos.

Recordemos que en entrevistas recientes el padre de la menor ha dicho que su hija no tuvo nada que ver con el crimen, y que todo partió como una pelea entre el pololo de ella y el estudiante de 17 años. A eso añadió que, según el relato de la imputada, Tomás le dijo que corriera lejos, y que ambos escaparon en direcciones diferentes, por lo que la chica estaba a metros de distancia cuando el otro joven, de 23 años, lo atacó y le dio muerte.

Las declaraciones del padre de ella son sorprendentes. La falta de criterio, su falta de humanidad y sensibilidad, y de educación. Ellos siguen estando mal y educando mal a esta niña, abalando conductas reprochables. Él habla como un padre presente, pero todos sabemos que siempre fue ausente”, explicó en la entrevista Patricia Olea.

Por otro lado, aseguró que era inviable la versión que él ha entregado a la prensa, pues el lugar en el que ocurrió el crimen era cerrado, y no había posibilidad de correr o escapar hacia ninguna parte. “A él le hicieron una encerrona”, explicó la tía, quien añadió que si se hubiera tratado de una riña común, Tomás habría ganado, pues era más grande y pesado que su atacante, practicaba karate y hacía pesas. “Claramente él fue a una encerrona y no tuvo por dónde arrancar, y es imposible que la menor no haya visto todo lo que pasó. No tuvo posibilidad de arrancar para ninguna parte”, dijo Patricia Olea.

joven scout Bienvenidos
Captura | Canal 13

¿Imitación de otro crimen?

Margarita Rojo, psicóloga forense, señaló desde el estudio que el autor intelectual en este caso organizó y desplegó una estrategia para este crimen, y que lo más probable es que se hayan encontrado las facultades mentales adecuadas, y no se trate de una persona en estado de locura.

“Además, tiene peso que uno de los imputados sea menor de edad, pero hay estudios que señalan que podría desarrollar un tipo de personalidad que lo vuelva peligroso en la adultez“, explicó la especialista.

Tomás tenía 17 años cuando murió en 2019. Por lo mismo, Rojo aseguró que se pueden establecer indicadores de maldad en su asesinato.

“En términos hipotéticos, se tiene que establecer, pero si pensamos en mentes criminales, podemos estar ante un caso de copycat (imitador), que es la conducta de copiar otros crímenes. Recordemos que el año 2018 ocurrió el asesinato del profesor Nibaldo“, explicó la psicóloga, reflexionando sobre otro caso que remeció al país, cuando una mujer y su pareja planificaron el asesinato de un hombre inocente, que había sido pareja de ella.

Tía Tomás scout
Captura | Canal 13

Casi hubo un tercer responsable

Patricia Olea explicó también el tipo de relación que había entre la imputada y su pololo mayor. “Ella era una niña muy bonita y buena alumna, de estatus social más alto”, señaló. Por lo mismo, cree que el joven de 23 años la idealizaba y la veía como “una princesa que él tenía que defender”. Eso lo habría llevado a participar del crimen.

Sin embargo, Margarita Rojo apuntó que no cualquiera en esa posición accede a realizar un acto tan macabro como ese. “Estamos hablando de una capacidad de convencimiento altísima“, advirtió respecto a la imputada.

En esa línea, la tía de Tomás reveló que, según información que ellos manejaban, iba a existir un tercer involucrado en el asesinato del scout.

“Venía un tercero, que era un primo de Ulises (el presunto autor material). Él lo había invitado a colaborar en este crimen horroroso, pero este se bajó en el último minuto, se arrepintió y se fue”, explicó la mujer.

Aunque eso es algo que no aparece en los mensajes de WhatsApp que han sido periciados, lo que sí está es la invitación que le hizo la adolescente a Tomás para que fueran juntos al lugar de los hechos, que curiosamente ninguno de los dos frecuentaba.

“Podrían haberse encontrado en la casa de mi hermana, que es lo que solía suceder”, advirtió Olea en conversación con el matinal Bienvenidos, reforzando la idea de que la chica sabía lo que iba a ocurrir.

“Los psicólogos forenses tienen que haber evaluado si hay un desarrollo de personalidad psicopática. Las personas locas o dementes no suelen participar de actos criminales. Las personas que sí lo hacen, uno trata de decir que son enfermos, pero son plenamente imputables. Son personas que distinguen entre el bien y el mal. Saben los límites, pero no los aceptan“, concluyó la psicóloga forense desde el estudio del programa.