A sus 19 años, Ignacia Antonia es toda una celebridad en redes sociales, con más de 22 millones de seguidores en TikTok y 7,6 millones en Instagram.

Claro que lejos de acomodarse a esa fama en estas plataformas, la joven ha buscado cómo capitalizar esa popularidad en otras industrias más estables, pues -en sus propias palabras- “las redes sociales no son eternas”.

Y su próximo paso será a lo grande, ya que tras conversaciones con Televisa, la influencer fue reclutada para formar parte de la teleserie ¿Qué le pasa a mi familia?, estrenada hace dos meses en México.

Si bien sus primeros acercamientos con la señal azteca tenían que ver exclusivamente con contenidos en redes sociales, fue un TikTok con el uniforme de RBD -promocionando un show online de la banda- que cautivó a los cerebros tras la producción.

“Les gustó tanto que me preguntaron si me interesaba actuar. Me dijeron ‘tenemos que hacer algo con esto, no te puedes quedar con TikTok, debes explotar tu potencial’ y justamente lo que yo quería era actuar”, comentó Ignacia a LUN.

Lo anterior significará que se instale a vivir en Ciudad de México, y estudie actuación por dos años en el Centro de Educación Artística del canal. “Tendré un curso intensivo antes de grabar para neutralizar mi acento, pero también porque no quiero hacer el loco, quiero hacerlo bien. Ellos se entusiasmaron tanto con la idea que me crearon este papel, así que es un honor”, agregó.

Respecto a este importante salto de las redes a la televisión internacional, aseguró que “todos los influencias buscamos derivar esto en algo más porque las redes sociales no son eternas. La fama te puede durar un rato, pero después ya hay que ver qué hacer”.

Ignacia Antonia lleva cuatro años en la cúspide de los influencers chilenos, y aunque algunas personas consideren que ser tiktoker es tarea fácil, ella defiende su trabajo. “No para todas las personas es fácil agarrar un teléfono y mostrarse frente a una cámara. No todos tienen la habilidad de hacer reír, por ejemplo”, advierte.

Sobre esta oportunidad, agregó: “Yo no sé qué vieron ellos en mí, pero siempre me he mostrado como alguien muy real. Quizás vieron a una niña con intenciones puras, no sé. Creo que vieron lo mismo que me ve la gente que me sigue en redes”.

La joven se instalará junto a una tía -de 30 años- quien también quería buscar otras oportunidades. “La idea es que nos apoyemos, que andemos juntas (…) Es un salto grande porque no es solo mudarte, sino mudarte a otro país. Estoy ansiosa y nerviosa”, cerró.