En un nuevo capítulo en De tú a tú, Martin Cárcamo se trasladó hasta Curacaví, a la casa de María Jimena Pereyra, quien junto a su pareja Tania, abrieron su intimidad y conversaron de todos los temas.
En dicha conversación, la cantante comentó sobre su infancia en el campo, tras nacer en La Plata, pero que por temas económicos tuvo que irse a vivir a un pequeño pueblo llamado Magdalena.
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Durante su niñez, su abuela Cleria (Sosa) y madre fueron sus figuras femeninas. “He heredado de ellas esa fuerza”, mencionó.
Pese a ello, la artista reconoció no haber tenido una buena relación con su progenitora, ya que “creo que no le gustaba porque cuando comienzo a cantar lo hago muy pequeña. A los 11 años comienzo en esta carrera, que es el sueño de papá. Desde que me escuchó dijo que yo me tenía que dedicar a esto y fue él quien me llevó al casting para trabajar en Buenos Aires”.
Por estar en la capital argentina, María Jimena abandonó el colegio, y cuando firmó contrato a los 13 años, comenzó a tener una vida de mayor de edad.
“Recuerdo las discusiones a puerta cerrada. Mi mamá decía que la nena tiene que vivir una vida normal porque cuando sea una adulta lo va a sentir”, comentó a Martín Cárcamo.
Con el paso del tiempo, la intérprete reveló que comprendió “perfectamente” lo que intentaron inculcar sus padres, ya que “si yo fuera mamá hoy, no permitiría hacer lo que hizo papá conmigo porque perdí muchísima parte de mi adolescencia”.
Aunque esta situación para la cantante le permitió convertirse en lo que es hoy. “Muchas de esas cosas son parte de mi personalidad, me gusta ser bien ermitaña, me cuesta ser amistades, aunque me llevo bien con todo el mundo. Me cuesta relacionarme porque nunca tuve eso de compartir con mis pares a esa edad”, manifestó.
Este carácter solitario, Pereyra lo notó cuando ingresó a Rojo, fama contra fama pues “lo pasé tan bien por el hecho de compartir cosas que tuvieran que ver conmigo, con mi edad, con gente de mi edad y que teníamos los mismos intereses. Eso yo no lo tuve. Creo que fue la que mejor lo pasé en el programa porque viví mi adolescencia en esa etapa”.
El vital rol de Tania
Durante la conversación con Martín, María Jimena recordó cómo su familia se instaló en Buenos Aires para acompañarla en su carrera. “Mis hermanos nunca me lo van a perdonar porque fue dejar a los amigos, esos reales que son de la infancia. Y el capricho de la ‘Jime’. Y por ese capricho estoy acá también”.
“Papá tomó la decisión de venir a Chile para que yo pueda desarrollar mi carrera, para que yo pueda ser feliz. Éramos más hermanos y ahora de grande me doy cuenta por qué él hizo eso de que todo giraba en torno a mí. Y yo no me di cuenta, en algún momento, de parar y decir ‘¿y los demás qué?’”, declaró.
En algún momento, sus hermanos le comentaron a Tania (su pareja), que la consideraban como un familiar no tan cercano. “Ellos viven todos juntos, somos súper numerosos. Y yo soy la que vive al otro lado y va dos veces al año a visitarlos. Ellos no me sentían como una hermana sino como una prima”, dijo.
“Nunca me lo dijeron a mí, se lo dijeron a Tania y ella me dice ‘¿por qué nunca te sentaste a conversarlo con ellos, todo lo que tú también sientes, lo que tú viviste? Ellos tienen su visión, pero tu visión no la tienen’. Me pesa y me duele haberme perdido tantas cosas”, confesó.
Aunque la artista reveló que pese a la distancia, está agradecida con sus cercanos por acompañarla en un importante momento. “Mis hermanos son súper modestos, tienen sus trabajos, están bien, pero no sobra la plata. Pero todos estuvieron aquí para mi matrimonio. Y eso fue la manera de decirme que están igual, aunque sea la prima que vive del otro lado de la cordillera y que no he estado 100% con ellos. Pero creo que nos debemos una conversación”, aclaró.
Finalmente, Pereyra reveló el duro momento que vivió cuando su padre murió hace 15 años tras haber quedado en estado vegetal, en Argentina. Ella estaba en Rojo y viajó al día siguiente. “Fue muy raro y a la vez, cuando todo me iba bien, del otro lado estaba todo mal. Fue una etapa muy extraña, que creo que las tengo bloqueadas. Cuando fallece, comienza una buena relación con mamá. Ahí entendí muchas cosas”.
