El pasado sábado 17 de abril se emitió un nuevo episodio de La Divina Comida. En aquella oportunidad los invitados fueron la bailarina Isabel Sobarzo, el diputado Gonzalo Winter y los actores Jaime Azócar y Alessandra Guerzoni.

Esta última entregó una profunda reflexión sobre cómo el COVID-19 le cambió la manera de ver la vida.

La artista señaló que a inicios de enero de 2020, ella se encontraba en Italia, época en donde el viejo continente sufría los primeros embates del coronavirus.

“Yo me fui el domingo, prendimos la televisión y estábamos encerrados, no fue como acá que hubo un anuncio que la próxima semana entrábamos en cuarentena”, comenzó.

Según la actriz el encierro lo vivió en la casa de su padre, que para ella fue un proceso cargado de emociones. “Al día siguiente se declara pandemia mundial y quedé varada en ese lugar tan lleno de significado para mí, donde compartí muchos momentos felices con él”, dijo.

Recuerdo haberme desplomado y sentido una sensación que todavía no puedo describir, una cosa muy rara, las lágrimas salían como en los dibujos animados”, reveló.

Esta crisis sanitaria para Alessandra le permitió apreciar distintos puntos de la vida ya que “nunca pensamos que se nos iba arrebatar de la noche a la mañana la posibilidad de abrazarnos”.

“A mí me gusta sentir físicamente el corazón de las personas, yo soy de abrazo apretado”, puntualizó.

En aquella etapa donde el número de contagios y fallecidos llegó a un punto complejo, Guerzoni presenció dolorosas escenas que la emocionaron durante la conversación. “En el norte estaba desapareciendo toda la generación de los Partisanos, los que liberaron a Italia del Fascismo, fue brutal”, afirmó.

“Yo recuerdo que una de las imágenes más fuertes fue descubrir que de repente por primera vez en mi vida los tanques tenían una connotación humana, estos velando a los muertos llevándolos en un peregrinaje silencioso de una ciudad a otra que los pudiera recibir para ser cremados”, comentó.

Finalmente, la actriz recordó la labor de los trabajadores de rubros esenciales durante la pandemia declarando que “el heroísmo de los funcionarios de la Salud pero también de los que limpiaban la calle. Todos los servicios básicos que por lo general es la persona con menor privilegio en un instante nos percatamos lo importante que era, fue un abrazo de humanidad en medio de dolor tan grande”.

“Yo sentí que esa experiencia tan dura, esta prueba nos estaba dando a la humanidad entera la posibilidad de reflexionar sobre el valor de la vida”, cerró.