Corre es el nuevo thriller psicológico protagonizado por Sarah Paulson (American Horror Story y Ratched), que se ha convertido en todo un fenómeno en Netflix, alcanzando el top ten en varios países.

La producción cuenta la historia de Diane, una madre soltera que por primera vez se separará de su hija Chloe, quien se irá a la universidad.

La joven, interpretada por la actriz Kiera Allen, sufre una discapacidad que le impide caminar y una serie de patologías respiratorias.

Si bien Diane parece ser una madre cariñosa y preocupada por su hija, esconde un oscuro secreto que dejará helado al espectador.

Alerta de spoiler: si no has visto la película te recomendamos que no sigas leyendo.

El conflicto comienza cuando Chloe se da cuenta que su madre le ha estado ocultando muchas cosas, y que sus afecciones podrían no ser reales. En ese momento decide enfrentarla y se da cuenta de la aterradora verdad: Diane estuvo envenenándola desde pequeña para enfermarla y mantenerla a su lado.

Con una serie de medicamentos, incluido uno para perros, la mujer logró que su hija perdiera la movilidad de sus piernas, y de ese modo la sometió a una vida llena de limitaciones.

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A pesar de que Corre no se basa en un caso en específico, ahonda en una patología real llamada Síndrome de Munchausen by proxy.

El Síndrome de Munchausen by proxy

Según explica una publicación de la revista científica Scielo, se trata de un síndrome caracterizado por el abuso físico o emocional de los hijos, que consiste en la simulación o producción de síntomas, provocando tratamientos de salud innecesarios.

De esa forma, el término “by proxy”, se refiere a que la persona afectada por la enfermedad le induce los síntomas a otro.

Samuel Roy Meadow, médico inglés que acuñó el término del síndrome, destaca que muchos casos de SMP son diagnosticados tarde, por lo que los menores de edad viven presos de enfermedades imaginarias o provocadas por su progenitora durante toda su vida.

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El caso de Gypsy Rose Blanchard

Sin duda uno de los casos más recordados de este tipo de patología, es el de la estadounidense Gypsy Rose, cuya madre, Dee Dee Blanchard, le hizo creer que sufría diversas enfermedades derivadas de su nacimiento prematuro, como distrofia muscular, leucemia, asma, convulsiones, problemas de aprendizaje, entre otros.

Incluso la sometió a tratamientos para curar un cáncer que nunca existió y la hizo usar una silla de ruedas durante gran parte de su vida.

Redes sociales
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Como si fuera poco, se aprovechó de la acción de la ONG Habitat for Humanity, para que les construyeran una casa con una rampa para silla de ruedas y un jacuzzi. Asimismo, la fundación Make- A- Wish las llevó de viaje a Disney World, entre otras invitaciones a eventos y conciertos.

No obstante, las cosas cambiaron cuando a los 19 años Gypsy se dio cuenta de la mentira en la que estaba viviendo. De ese modo, con la ayuda de Nicholas Godejohn, un joven que conoció por internet, planearon asesinar a Dee Dee.

El cuerpo de la mujer fue hallado en su cama el 14 de junio de 2015, cuatro días después del crimen. Gyspy y Godejohn lograron escapar, pero más tarde fueron arrestados en una casa en Wisconsin.

Por el crimen de su madre, Gypsy fue condenada a 10 años de prisión, mientras que su pareja actualmente cumple cadena perpetua.