Seguramente a estas alturas has visto una decena de videos humorísticos de un hombre que simula un atropello lanzándose al parachoques de una camioneta militar en Los Ángeles.

El nombre del religioso en cuestión es César Lagos, quien perdió la cordura durante una fiscalizacón a un culto ilegal, considerando que esa comuna se encuentra en cuarentena hace ya varias semanas.

Y este viernes el matinal Contigo en la Mañana de Chilevisión, entrevistó a Lagos para preguntarle sobre su conducta, toda vez que ya se encuentra en libertad tras haber sido detenido por la simulación y por haber golpeado a un militar.

De entrada, el sujeto aseguró que no es pastor y que viene de un ambiente familiar tormentoso. “Yo sé que se ha prestado para el show, pero yo no soy pastor, soy un simple hermano de la fe que llevo dos años en el evangelio (…) Me han hecho pebre, ustedes se han reído, pero yo la risas también las acepto“, indicó el hombre, agregando “todos hemos cometido errores”.

Antes de referirse de lleno al incidente, Lagos se apresuró en tomar la palabra para pedir perdón. “Le pido perdón al mundo cristiano, le pido perdón al ejército por mi actitud, y a toda persona que se haya sentido afectada por esta situación”, expresó.

De todas formas, indicó que la situación podría justificarse por el contexto, explicando que él se sintió pasado a llevar “por la forma en que él me habló”. “No fue grosero pero fue como imponiéndome cosas… claro, como autoridad se entiende, pero así empezó todo a calentarse y como yo soy ser humano“, justificó.

Aun así, aseguró que nunca tuvo la intención de agredir al militar y que simplemente se equivocó, ante lo cual Julio César Rodríguez se permitió darle un consejo, señalándole que esperaba que “su arrepentimiento sea real, porque eso es lo importa”.

simuló atropello
Captura | CHV

Igualmente el conductor reparó en el nivel de violencia del religioso con el militar, y agregó: “Independiente de lo que aquí pase, aquí lo que usted demuestra es que no le tiene ningún respeto a la autoridad, entonces hay que trabajar sobre eso, no solamente pedir perdón. Es como cuando alguien se manda cagá tras cagá”, añadió el periodista.

En ese momento, la entrevista fue volviéndose cada vez más tensa, con Monserrat Álvarez intentando mediar la áspera conversación entre Lagos y Rodríguez. Pues el evangélico intentaba sacar a relucir problemas personales del animador para justificar su reacción.

La periodista destacó que el hombre diera la cara, reconociendo una suerte de valentía en él, sin embargo, Julio César quiso ir más allá para terminar su reflexión.

“César no deja hablar a nadie. Buta, César, ¿me tengo que tirar abajo de algo para que me escuche? Lo que le quiero decir yo es que la gente, la familia, el país, está cansado de escuchar perdón tras perdón, lo importante es cambiar para no tener que estar pidiendo perdón a cada rato”, agregó el conductor.

En ese momento, Lagos reconoció que seguiría su consejo, a lo que Monserrat preguntó si podía “mediar”, recibiendo una negativa de su colega.

“No, por favor, dame un segundo. Si hay algo que le ha hecho mal a todas las familias de Chile, porque yo vengo de una familia así, es cuando los padres de uno, los abuelos de uno, siempre pedían perdón después de una borrachera, de una agresión o de algo. Siempre piden perdón, pero yo creo que la luz se encuentra cuando cambia uno de verdad“, expresó Rodríguez.

Álvarez volvió a la carga para decir que no era necesario juzgarlo en televisión. “Una persona que pide perdón, que tenía violencia en la familia y está tratando de superarse a sí mismo… Uno tiene tropiezos, está tratando de pedir perdón, entonces yo creo que el pedir perdón sí implica cambiar”, dijo la comunicadora.

Y fue así como de un segundo a otro el hombre rompió en llanto frente a la cámara, y Julio César reafirmó sus dichos.

“Monse, yo no lo estoy juzgando ni le estoy reprochando nada, le estoy diciendo que venimos de épocas, de familias, que ha habido gente que es agresiva y que siempre pide perdón. Lo que yo le estoy diciendo es que hay que buscar ayuda para no repetir el patrón (…) No lo estoy juzgando, porque para eso está la justicia, pero pedir perdón no basta si no hay atrás un cambio real“, cerró el animador.