Mauricio Pesutic no acostumbra a dar entrevista, pero hizo una excepción en su apretada agenda como candidato a la Convención Constitucional, para conversar con el podcast Impacto en el Rostro, donde repasó su trayectoria en teleseries nacionales.
Y sin duda que uno de los roles más recordados del actor es el ‘Chingao’, en Amores de Mercado, quien era papá del Peyuco (Álvaro Rudolphy) y que inicialmente no iba a ser el personaje que vimos en pantalla. Así lo reconoció él.
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Pesutic contó en la entrevista que armó el personaje encerrado en un alejado hotel, a 70 kilómetros de Puerto Natales. “Me quedaba ahí varios días. Ahí hice al Chingao, ahí lo pensé, le di hueso. Por ejemplo, nada de lo que decía el Chingao estaba en el papel (libreto), nada“, reconoció el intérprete.
“Eso me dio un trabajo grande, porque escribía todos los días, todos los textos. Había ciertas cosas que sabía del coa y otras que saqué de un diccionario de coa carcelario y prostibulario de Vicuña Cifuentes del año 1910, que conseguí. Había expresiones que estaban en desuso que a mí me encantaban. Un montón de cosas saqué de ahí”, agregó.
En la conversación, Pesutic admitió que creyó que el Chingao sería “el tipo más malo que iba a poder hacer en mi vida”, pero finalmente se dio cuenta de que resultó todo lo contrario.
“Pensé que iba a ser muy malo y odiado, y resultó ser muy querido el hombre. Toda la gente le encontraba algo. Yo creo que tenía un alma chilena, era un tipo pillo. Era perezoso, saca vueltas, flojo, pero en el fondo era un tipo bueno. Eso yo creo que a la gente le llegaba“, manifestó.
Otro final
Otra de las revelaciones que hizo Mauricio Pesutic acerca del popular personaje es que el final que vimos en pantalla, donde desaparece detrás de un tren se le ocurrió a él, ya que su descenlace era muy distinto.
“El Chingao terminaba de otra manera. Había una escena, que es el final del Chingao, en un estacionamiento subterráneo, en que lo citaban unos tipos a los cuales él les debía plata. Y ahí lo agarraban y le sacaban cresta y media“, contó, indicando que terminaba en el suelo del estacionamiento, algo a lo que él se opuso.
“Yo le dije a la Quena (Rencoret) ‘no, esto sobre mi cadáver el Chingao terminará así’. Le dije ‘si quieres, yo te escribo la última escena’. Y se la escribí, con los planos, escogí la música”, aseveró, añadiendo que el pañuelo que uso en la última escena, era de su propiedad, al igual que la cortaplumas y varias prendas que usaba el personaje.
Por último, Pesutic se refirió a la violencia que ejercía el Chingao sobre su pareja, la ‘Morocha’, rol interpretado por Loreto Valenzuela.
“Hay escenas allí que hubieran hecho saltar los fusibles de las redes. Tampoco estaba puesto ahí para dar un ejemplo, pero era una reacción profundamente machista, muy chilena, incluso de América Latina”, cerró el actor, que actualmente se encuentra con COVID-19, haciendo cuarentena.
