Lorene Prieto fue la más reciente invitada al podcast Impacto en el Rostro, donde hizo un recorrido por diversas producciones nacionales en las cuales ha participado. Una de ellas fue Ídolos, la primera nocturna de la televisión chilena, emitida por TVN en 2004.
Allí la actriz interpretó a Lucía Moreno, una mujer que se enamoraba del marido de su mejor amiga. Pero no fue por esto por lo que Lorene recuerda precisamente a esta teleserie, sino que por otros motivos menos agradables.
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Primero, reconoció que la producción obedecía “al destape que se estaba viviendo en el país, al cual yo me siento muy orgullosa de haber pertenecido. Tanto en la tele como en el cine, había hecho personajes más liberales, que se desnudaban y creo que era necesario que eso fuera un poco más normal. El cartuchismo que se vivía era feroz. El sexo se tenía que volver algo más natural, más sano“, comenzó explicando.
Sin embargo, la intérprete cree que la producción nocturna de la señal estatal no abordó correctamente la temática. “En este guion se forzó un poco la situación y se llevó a cosas más perversas, que generaban mucho morbo, más de lo que hubiera querido”, indicó.
En ese sentido, Prieto comparó a ídolos con su sucesora, Los 30, argumentando que dicha teleserie “fluía muchísimo mejor. Ídolos era forzada, hecho para que hubiera desnudos y ese fuera el enganche“, reveló la actriz.
“No lo pasé muy bien, porque fue cada vez más. Las actrices no la pasamos bien (…) se empezó a normalizar las escenas de desnudos. A nadie no le tocaba (desnudarse) y como yo tenía un contrato firmado -por 2 años-, pensaba que eran los desnudos que se habían hecho hasta ese momento y no los que se hicieron en esa teleserie”, añadió.
“Rallé la papa, estaba mal”
¿A qué se refería? Por ejemplo, contó que “a mí se me pidió una escena, que era poner mi pierna desnuda arriba del sexo desnudo de Pablo Macaya y que él amablemente me diga, ‘a mí no me importa’ y yo decirle ‘a mí me importa, pongan un pañito que sea’, porque no es natural, por mucho que puedas tener una confianza con el actor, no es para tanto”, manifestó.
“Se normalizó demasiado, como que la actriz o el actor hubiera tenido que acostumbrarse y la verdad es que no te acostumbras nunca. No estaba preparada. Pensaba que era una teleserie de adultos, en donde se iban a tratar otro tipo de temas, pero se fue para otro lado, no era tan interesante”, añadió, indicando que lo que vivió en dicha producción “era poco digno”.
A su juicio, Lorene cree que faltó la figura de alguien que velara por sus derechos. “Tú no eres una actriz porno ni soft porno y a veces nos sentíamos así. No estaba siendo gracioso, no era una cosa agradable”, soslayó.
Por último, Prieto admitió que “rallé la papa cuando terminé esa teleserie, estaba muy mal, tenía una situación en mi casa que no era la mejor, pero no me ayudó para nada estar trabajando en esa teleserie, había mucho estrés, era muy fuerte el trabajo”, sentenció.
