“No fue un accidente grave”, así califica Francini Amaral la caída que sufrió el martes en el circuito Las Varas, en el cerro San Carlos de Apoquindo, por la que debió ser sometida a cirugía.

De acuerdo a lo relatado por la bailarina a LUN, todo ocurrió mientras realizaba mountain bike, un deporte que inició recién en septiembre y con la tutela del campeón de downhill, Sebastián Vásquez. “Simplemente caí mal, puse todo el peso en la muñeca izquierda”, expresó.

Sobre cuál fue su diagnóstico inicial, la brasileña detalló que tenía “dos ligamentos rotos, dos huesos rotos, me pusieron placa, tornillo, de todo… pero estoy súper bien”.

En tanto, Francini también explicó cómo ocurrió el incidente. “Estaba en una bajada en un sendero que ya conocía. En esta época del año hay mucha piedra y la tierra está más suelta de lo normal porque el cerro está más seco, así que me resbalé, me caí de lado. Tal como los niños se caen con las manos en el piso, así me caí yo”, contó.

“Jalé mi muñeca con la otra mano y la di un poco vuelta como para ponerla ‘en el lugar’ y ahí recién miro mi muñeca y parecía una serpiente. Estaba con mi profesor y dos compañeras, quienes me llevaron a urgencias muy rápido. Tenía dos huesos quebrados y uno de ellos, que es el radio, el más grande, estaba molido. Me enderezaron el hueso, me pusieron yeso y después de eso busqué un especialista de muñeca para la cirugía. Ahora tengo una placa en mi radio con tornillos, me hicieron como una reconstrucción del hueso”, explicó.

¿Qué viene ahora?

“Son heridas de guerra. No estoy ni ahí con las cicatrices. Cuando uno es jovencita se preocupa mucho de esas cosas, pero con la edad uno ve las cicatrices de otra manera. Al final es otra anécdota, otra historia que tendré para contar en la vida. De hecho son dos (cicatrices) porque hubo doble cirugía; una para el ligamento y otra para el hueso, así que tengo una cicatriz al interior del antebrazo, pero también afuera”, señaló.

Asimismo, Francini aseguró que intenta tomarse la situación lo más relajada posible. “Sí, he estado súper bien. A nadie le hace feliz fracturarse o tener una caída pero prefiero estar en modo ya, fue y seguir adelante. Obviamente en las noches me duele un poco más y ahí es más angustiante, pero ahora que me operé esperemos que todo eso pase”, dijo.

Pese a lo compleja de la cirugía, Amaral es enfática en asegurar que esto no la desmotiva para nada, y que iniciará su tratamiento para seguir practicando la disciplina.

“Siempre corres algún riesgo practicando cualquier tipo de deporte, así que planeo seguir haciéndolo en el futuro. En dos semanas debería empezar con la kinesiología y desde hoy yo misma debo empezar a mover los dedos. Son como cuatro meses de recuperación, pero espero estar tres semanas piola y después seguir con otro deporte que me gusta, el pádel. Debo aprovechar que mi mano derecha no está accidentada”, cerró.