La animadora de TVN, Karen Doggenweiler, estuvo como invitada la semana recién pasada al programa de Jordi Castell en revista Velvet, El aperitivo, donde confesó que no volvería a conducir un matinal.

Esto, ya que la periodista aseguró que el formato no le acomodaba debido a la gran cantidad de horas frente a la pantalla, una labor que realizó durante varios años. “Son muy largos (…) no volvería a un matinal”, expresó.

Al mismo tiempo, la conductora también se refirió a la posibilidad de conducir el Festival de Viña del Mar, un rumor que ha sonado fuerte los últimos meses, aunque el futuro del certamen es bastante incierto en medio de la pandemia.

“Es genial y es un escenario maravilloso. Por eso te decía, que a cualquier animador que le preguntes te va a decir que sí. A cualquier animador le gustaría estar arriba de ese escenario”, señaló.

Además, esta se refirió a su paso por otros festivales, instancias que la han llenado de experiencia en el área. “Yo estaba contenta con Olmué, me eligieron hija ilustre. Bueno y lo de Talca también es increíble 120 a 150 mil personas… es impresionante una experiencia muy impactante. Viña tiene sus animadores y vamos ver lo que pasa con este certamen”, manifestó.

A su vez, esta hizo énfasis en el apoyo que se debe dar a sus pares. “Yo siempre pienso que uno tiene que apoyar a todos los animadores que están arriba del escenario y que les toca esa gran responsabilidad. Así que todo el apoyo y ahí estaremos en primera fila aplaudiéndolos con el Pancho”, sostuvo.

Ser primera dama

Hace algunas semanas, Karen manifestó su interés por haber sido primera dama, luego de que su marido, Marco Enríquez-Ominami, se haya postulado en varias ocasiones al cargo de presidente de la república. “Lo hubiera hecho la raja”, comentó al respecto.

Consultada sobre qué medidas urgentes habría implementado al respecto, la animadora es enfática en sostener. “Tantas, no solamente una. De partida el día después o el aterrizaje de esta pandemia va a ser súper complicado. Vamos a tener un tema de salud mental, además de la crisis sanitaria, económica y social”, indicó.

“En el caso de cualquier gobierno y país, lo que la gente necesita es sentir que no está luchando sola contra una enfermedad, y que sólo tiene preocuparse de mejorarse y no juntar la plata para sanarse, es el sueño de cualquier país. Los recursos siempre son pocos, pero es lo que uno quisiera para toda la gente que hoy día está enferma y que siente que un familiar está desprotegido. El tema de las enfermedades es brutal”, concluyó.