Stefan Kramer se ha presentado tres veces en el escenario del Festival de Viña del Mar, donde ha tenido solo éxitos.
El talentoso comediante nos ha hecho reír al imitar a rostros de la televisión, el deporte y la política, como Don Francisco, Diana Bolocco, Nicolás Massú, Pablo Zalaquett, Negro Piñera, entre otros.
Sobre una posibilidad de volver a la Quinta Vergara, de su trabajo y de cómo vivió la cuarentena conversó con BioBioChile.
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Viña del Mar
Sobre presentarse nuevamente en el Festival de Viña, Kramer aseguró: “La verdad yo esperaría un par de años más. Estoy en una época de reinvención. De mirarme y ver para dónde va mi carrera artística. Yo pasaría de una invitación así”.
De esta manera lo descartó por ahora.
“He estado muy seguido, creo que voy a esperar un buen tiempo para volver y para hacerlo con reinvención, con más innovación”, declaró.
Su trabajo
Consultado por BioBioChile sobre cómo ha sido seguir trabajando en estos tiempos, Kramer expresó que “es importante atenerse al riesgo. En un comienzo era como ‘chuta, cómo lo hago’, pero de repente uno va rompiendo el hielo con algunas situaciones”.
“Me acuerdo que hace muchos meses una señora me pidió si me podía meter a una reunión de Zoom con sus nietos, y yo todavía no me había atrevido a actuar en línea (…) era una abuela que necesitaba ver a sus nietos, tener una interacción diferente, una sorpresa”, recordó.
“Ahí perdí el miedo de esa interacción con personas en la pantalla (…) Porque actuar solo en la pantalla es raro. Uno necesita de la reacción de lo que sea para ir parando, acelerando, tirando tallas”, enfatizó.
El comediante también respondió si le gustaría o no volver a la televisión con un programa propio.
“Sí, me gustaría. Estoy entregándome a nuevas experiencias. Creo que llevo varios años haciendo esto mismo de los personajes. Me dan ganas también de hacer un gran cambio”, aseguró.
“No sé si este cambio tiene que ver con lo de volver a la televisión en un programa… Tengo muchas ganas de explorar en el cine, de seguir con lo creativo. En lo que yo me dedico hay vaivenes de emociones, porque siempre he tratado de planificar pero de repente nace la inspiración de algo y te vas por allá (…) En lo artístico hay incertidumbre, hay una inestabilidad emocional que hay que saber aceptar. Hay momentos de harto enfoque y momentos en que no sabe pa’ dónde va la micro”, aseguró.
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El tiempo de cuarentena y su trabajo por Zoom
“En el sentido artístico creo que, independiente de que uno pueda hacer un trabajo solo, creo que el trabajo en equipo es algo precioso. Es muy raro juntarse por Zoom, por ejemplo, porque hay que ser demasiado certero. Cuando uno se junta en vivo no está esa presión de intentar, de qué hay que hacer, porque de repente uno va a caminar, a hacer otra cosa y se te ocurre la idea”, ejemplificó.
Stefan aseguró que a su juicio “las reuniones por Zoom son un poco insoportables, porque los silencios se sienten y uno siente que está guateando la reunión. Uno dice ‘ya, nos vemos, mándame el mail, veamos cómo avanzamos’. Es agotador. Ahora que hemos podido juntarnos a crear un poco más, es un cambio notable”.
Con respecto a su familia, comentó que “ha sido muy lindo poder compartir y estar juntos. Pero también es muy difícil compatibilizar el trabajo con lo familiar porque, en un momento, la casa ya era un estudio y yo poco menos que tenía que gritar ‘¡estoy al aire, silencio!’. Ahí ya te transformas en el insoportable”.
Finalmente y sobre el contexto que vivimos, señaló que “mi reflexión pasa por valorar la vida, el presente, caminar, mirar un árbol y abrazarlo. Sentir la vida (…) Y al mismo tiempo, uno trata de sacar adelante el día, ser productivo. Tengo un equipo que ha estado conmigo a lo largo de muchos años y trato de mantener vivo eso a pesar de que en estos tiempos la cancha se hace un poco más pequeña”.
